Aunque la Asamblea Nacional (Parlamento) de Corea del Sur aprobó hoy prohibir la cría, matanza, distribución y venta de carne de perro para consumo humano, en China, India, Vietnam, Filipinas, Camboya e Indonesia consumen carne de perro como si nada, de lo más normal.
El parlamento de Corea del Sur, empero, no sancionó el consumo humano de carne de perros, ya que la sanción no es para quien come a esos animales.
La medida de prohibir la cría, matanza, distribución y venta de carne de perro para consumo humano será vigente desde 2027 en Corea del Sur.
Y es que mientras el Parlamento de Corea del Sur decidió este martes ilegalizar a partir de 2027 la cría y venta de perro para consumo humano, ellos es una práctica vigente en países asiáticos como China, India, Vietnam, Filipinas, Camboya e Indonesia.
Se estima que unos 30 millones de perros son sacrificados cada año en Asia, incluidos unos 10 millones de China, 5 millones en Vietnam y un millón en Indonesia, aunque las cifras podrían ser mayores debido al comercio ilegal, según datos de la ONG Humane Society International.
La Asamblea Nacional (Parlamento) de Corea del Sur hoy prohibir la cría, matanza, distribución y venta de carne de perro para consumo humano con un raro apoyo bipartidista en el dividido panorama político del país, destacando cómo las actitudes hacia el consumo de perro se han transformado en las últimas décadas durante la rápida industrialización del país.
La ley prohibirá la distribución y venta de productos alimenticios elaborados o procesados con ingredientes caninos, según informó la comisión correspondiente de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, los clientes que consuman carne de perro o productos relacionados no estarán sujetos a castigo, lo que significa que la ley apuntaría principalmente a quienes trabajan en la industria, como los criadores o vendedores de perros.
Según el proyecto de ley, cualquiera que mate a un perro para comer puede ser castigado con hasta tres años de prisión o una multa de hasta 30 millones de won coreanos (unos US$ 23.000). Cualquiera que críe perros para comer, o que, a sabiendas, adquiera, transporte, almacene o venda alimentos elaborados a partir de perros, también se enfrenta a una multa y una pena de prisión menores.
Los propietarios de granjas, restaurantes de carne de perro y otros trabajadores del comercio de perros tendrán un período de gracia de tres años para cerrar o cambiar sus negocios, según el comité. Se exigirá a los gobiernos locales que apoyen a los propietarios de empresas para que realicen una transición “estable” a otras empresas.
Al igual que partes de Vietnam y el sur de China, Corea del Sur tiene un historial de consumo de carne de perro. En Corea del Sur se consideraba tradicionalmente como un alimento que podía ayudar a la gente a combatir el calor durante el verano, y también era una fuente de proteínas barata y fácilmente disponible en una época en la que las tasas de pobreza eran mucho más altas.
Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Asuntos Rurales, hay alrededor de 1100 granjas de perros que funcionan con fines alimentarios en Corea del Sur, y alrededor de medio millón de perros se crían en estas granjas.
Pero la práctica también ha sido objeto de críticas en las últimas décadas, con los activistas por los derechos de los animales a la vanguardia; Grupos internacionales de derechos humanos como Humane Society International (HSI) trabajaron para rescatar perros de granjas de Corea del Sur y reubicarlos en el extranjero.