La Fiscalía de Sevilla reclama once años de prisión para un varón acusado de presuntos delitos de amenazas continuadas, contra la salud pública y de tenencia ilícita de armas, que se habría servido de WhatsApp para buena parte de sus amenazas y en cuyo domicilio habrían sido descubiertas una pistola para la cual no contaba con licencia y diversas cantidades de droga preparadas para su venta.
En su escrito de acusación la Fiscalía detalla que el acusado es Antonio C.M., un vecino de la capital andaluza ya condenado en firme por delito contra la salud pública, explicando que «con el ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, aproximadamente desde finales de 2018, principios de 2019 y durante un año y medio, ha venido exigiendo a varias personas dinero bajo el pretexto de supuestas deudas con intereses totalmente abusivos, sometiendo a los mismos a un acoso constante mediante amenazas de muerte y de atentar contra la integridad física de las mismas, proferidas personalmente y fundamentalmente a través de llamadas telefónicas y/o mensajes de audio vía WhatsApp».
Identificando tres víctimas concretas de tales hechos, la Fiscalía expone que el acusado «comenzó a coaccionar e intimidar» a una de estas personas, a quien conocía «desde niño», «hasta que (el afectado) le tuvo que entregar finalmente las llaves» de un vehículo que le reclamaba, pero además «sin contraprestación económica alguna», siendo este coche intervenido en una operación policial de la que derivó la condena del encartado por delito contra la salud pública.
«FRASES INTIMIDATORIAS»
Tras pasar un año en prisión, según la Fiscalía, Antonio C.M., bajo la premisa de que no había podido usar el coche, habría «exigido» a la citada persona 8.000 euros como «precio» del vehículo, reclamándole además un teléfono móvil, mediante «reiteradas frases intimidatorias durante un año y medio», con avisos como «te voy a arrancar la cabeza, te voy a partir las piernas, te voy a quemar la casa».
A la segunda víctima «el acusado le acusó falsamente de haberle sustraído una importante cantidad de droga» y «en 2019 comenzó a exigirle» 4.000 euros por la citada droga con avisos como «te voy a dar una paliza, te voy a matar perro, te voy a sacar el dinero por las orejas», mostrándole además «una pistola».
EL «TEMOR FUNDADO» DE LA PISTOLA
Con relación al tercer afectado, el acusado le reclamaba una deuda de 4.000 euros y le habría obligado a «realizar trabajos por importe de 10.000 euros sin contraprestación alguna a base de «amenazas» como «te voy a tirar una granada por la ventana», un «temor fundado en el conocimiento de que tenía una pistola».
Y es que al ser registrado el domicilio del acusado, fue descubierta una pistola modelo Star 380 «con su cargador» y para la cual carecía de licencia, dos machetes, ocho navajas tácticas, dos cuchillos, más de 35 gramos de resina de cannabis, 4,46 gramos de cocaína y más de un kilo de heroína, sustancias estas para su «distribución a terceros».
Dado el caso, la Fiscalía reclama once años de cárcel para el encartado, como presunto autor de delitos de amenazas continuadas, contra la salud pública con la agravante de reincidencias y de tenencia ilícita de armas.