Un hombre perdió la custodia de su hijo de 13 años por permitirle jugar sin mayor control a videojuegos, especialmente al Fortnite.
La sentencia de Audiencia Provincial de Pontevedra argumenta “una falta de atención completa” por parte padre hacia los quehaceres del menor, quien no mantenía el mejor rendimiento académico en su escuela.
De acuerdo con el tribunal, el menor ya presentaba un problema de adicción de videojuegos diagnosticado.
La información recoge que, mientras que la madre prohibía la consola en casa entre semana, el padre le dejaba usarla a diario y le compró complementos para que pudiera seguir jugando. Asimismo, permitió que el menor abriera una cuenta de Instagram y un canal de YouTube sin ponerlo en conocimiento de la madre.
El menor testificó que prefería vivir con su madre, porque a pesar de que es más estricta y lo regaña más, es la que más le presta atención y cuidado, según se puede leer en el testimonio.
El informe pericial también indicó que el menor presenta una tendencia a aislarse de sus amigos y una conducta inadecuada en casa.