Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Sector de Tráfico de Madrid han identificado a una conductora que conducía sin las manos en el volante, ya que manipulaba dos teléfonos móviles mientras conducía, y que llegó incluso a hacerse una foto a los mandos del vehículo con éste en marcha.
Según ha informado el Instituto Armado, esta conductora, que fue grabada por un usuario del autobús, lo que permitió su identificación, ha sido investigada como presunta autora de un delito de conducción temeraria con manifiesto riesgo para la vida e integridad física de las personas.
Los hechos ocurrieron el pasado seis de marzo en la línea de autobuses que discurre entre el intercambiador de Moncloa a Morazarzal por la autovía A-6. La investigada comenzó a manipular dos dispositivos móviles, apartando totalmente la vista de la carretera y sin mantener la necesaria atención a la conducción, llegando incluso a manipular los referidos dispositivos con ambas manos y abandonando la dirección del vehículo.
La investigación realizada por la Guardia Civil de Tráfico comenzó al tener constancia del hecho por la publicación de las imágenes en diversos medios de comunicación, las cuales permitieron determinar que en el momento de los hechos en el autobús viajaban 45 personas.
Se trata de una mujer española de 41 años, quien llegó a circular 13 kilómetros haciendo uso de dos dispositivos móviles. Además, los usuarios del autobús aportaron datos gráficos donde se podía observar cómo soltaba el volante para manejar los teléfonos e incluso realizar fotografías mientras circulaba por la A-6 dirección a Madrid.
Tras visualizar las cámaras que la Dirección General de Tráfico tiene instaladas en la citada vía, se pudo constatar que la conductora realizaba este tipo de maniobras en un horario con gran afluencia de tráfico y que las condiciones meteorológicas eran adversas, al circular con niebla.
Según recuerda la Benemérita, el artículo 380 del Código Penal, establece que conducir un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad manifiesta y poner en peligro la vida o la integridad de las personas será castigado con penas de prisión de entre seis meses y dos años, con privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempos superior a uno y hasta seis años.
