BYD aspira a ser la marca de automóviles líder a nivel mundial, con pilares clave en 2025 que incluyen la producción europea, la introducción de un hatchback de entrada y el despliegue de la conducción autónoma.
Tecnología de conducción autónoma
BYD ha sorprendido a sus competidores el mes pasado, al implementar su software de piloto automático en toda su gama, en tres niveles: God’s Eye A, B y C, incluyendo en esto al BYD Seagull, que cuenta con el hardware y software God’s Eye C de nivel básico, y que ofrece conducción práctica en autopista de Nivel 2 con arranques y paradas; también puede hacer una ruta frecuente, como un trayecto al trabajo.
Todos los coches que fabrica BYD equipan conducción automática.
Planes para dominar el mercado automovilístico mundial
No se espera que ninguna empresa automotriz frene la apuesta de BYD por el liderazgo global, aunque hay mucha competencia en el sector automovilístico, pero BYD no es solo una empresa automotriz, es más una empresa tecnológica, pues produce baterías, el 70 % de sus componentes internamente, y cuenta con 120 000 ingenieros de I+D. Si se suma todo esto, no se ve que nadie que pueda competir con la marca.
La construcción de dos plantas de ensamblaje y parques de proveedores europeos está en marcha. Se prevé que la planta húngara entre en funcionamiento a finales de 2025 y la de Turquía lo hará en el primer semestre del próximo año.
Con la omnipresencia de la e-Platform 3.0 de BYD, planea fabricar una gran variedad de vehículos.
Cada planta ensamblará de cuatro a seis modelos diferentes, abarcando toda la gama y también producirán localmente los motores eléctricos y numerosos componentes, lo que supone una gran inversión.
Es crucial que, dado que la tasa de adopción de vehículos eléctricos varía en toda Europa, las fábricas ensamblen modelos híbridos enchufables y eléctricos puros. BYD actualmente vende una mezcla 50/50 entre vehículos eléctricos y híbridos enchufables en Europa.
Además, este fabricante ya ha generado titulares en todo el mundo con su nueva plataforma de vehículos Super-e. Gracias a una arquitectura electrónica de 1000 voltios, tecnología de baterías de fosfato de hierro y litio de última generación y microchips de carburo de silicio, se afirma que la nueva arquitectura eléctrica carga a 1 megavatio (1000 kW), o más de cuatro veces la capacidad de carga de 230 kW , el objetivo es que la recarga sea tan rápida como repostar un motor de combustión, ya que ofrece una velocidad de carga increíble, añadiendo un promedio de 2 kilómetros de autonomía por segundo o 400 km, en cinco minutos.
Las ventajas de la carga rápida son teóricas sin una gama de cargadores de megavatios, por lo que BYD, financiará una red de 4.000 megavatios en China, aunque por ahora no hay un programa similar para Europa.