Podemos ha calificado de «muy mala señal» la admisión a trámite por parte del Tribunal Constitucional (TC) del recurso del PP para paralizar la reforma que se tramita en las Cortes Generales para desbloquear su renovación, dado que «todo indica que el ala derecha» del organismo «tiene intención de proseguir con su golpe a la democracia parlamentaria».
Así lo han indicado fuentes de la formación morada tras conocer que, además de evaluar el recurso contra las dos enmiendas que modifica el sistema de elección, rechaza también las recusaciones de Unidas Podemos y PSOE contra dos magistrados: el presidente del tribunal de garantías, Pedro González-Trevijano, y el magistrado Antonio Narváez.
Una decisión que, según fuentes jurídicas, se han adoptado por seis votos (los de la mayoría conservadora) frente a cinco (los de la minoría progresista).
Desde Podemos han recalcado que si finalmente un TC «constitucionalmente caducado» se atreve «por primera vez en 40 años» de democracia se atreve a intervenir en el «proceso de producción de leyes del legislativo, se «estaría cruzando una línea roja de gravísimas consecuencias».
Esta mañana la coportavoz de Podemos, Alejandra Jacinto, ha demandado al Constitucional que no actúe de forma «antidemocrática» y finalmente no suspenda cautelarmente la reforma. No obstante, ha desgranado que si finalmente resuelve en ese sentido, las Cortes Generales tienen argumentos jurídicos suficientes para no atender esa paralización.
También ha denunciado que este conflicto revela un «golpe blando» a la democracia que podría perpetrar el «aparato de la derecha judicial». Jacinto ha desgranado que se trata de una vulneración de la separación de poderes y cruzar una «línea roja» que amenazaría las bases del sistema democrático.