Pol Granch (Madrid, 1998) «busca la paz» en su nuevo álbum, ‘Amor escupido’ (Sony), un trabajo «terapéutico» con el que asegura haber alcanzado una mayor madurez y con el que pretende demostrar que tiene los «mismos sentimientos» en su música que «en la vida real», especialmente después de ser señalado por comportamientos misóginos, así como por tuits fascistas, machistas y homófobos de su adolescencia.
«No voy a estar toda la vida fustigándome», asevera el artista en una entrevista concedida a Europa Press, en la que recuerda que ya se ha disculpado por esos actos que, lamenta, le han llevado a ser cancelado y recibir mucho ‘hate’ a través de redes sociales.
En este sentido, incide en que ahora quiere demostrar el «corazón» que tiene y que no está «aquí para hacer el mal ni mierdas». «No me gusta que se piense tan mal y se digan palabras tan feas de mí», dice al respecto, al tiempo que pide «saber separar» el artista de la obra.
«La gente no me va a parar», añade al tiempo que asegura que no va a frenar «ni su creatividad ni sus ganas de comerse el mundo y hacer más música», pues es en esta en la que ha hallado una parte de su terapia. Precisamente, así ve ‘Amor escupido’, el trabajo que publica este viernes, 28 de octubre, del que destaca que cada canción es como la «página de un diario».
«Es un disco terapéutico que me ha servido para cuestionarme, revisarme, conocerme y arriesgar por lo que más me hace sentir. Estoy muy orgulloso y más contento que con el primero – ‘Tengo que calmarme’ (2020)– porque he conseguido alcanzar en mayor medida lo que quiero expresar», precisa.
El álbum, compuesto por una quincena de canciones, ahonda en las emociones, el desamor, las dudas, el desconcierto y el sufrimiento, con el artista en una búsqueda de la tranquilidad tras un periodo en el que no la hallaba. Ahora, asegura que se siente «más en paz y en orden».
«En ocasiones hay cosas tengo que revisar, seguir trabajando, seguir puliendo para intentar ser la mejor versión de mí mismo, como no ser tan cabezota, controlarme más, saber los tiempos que tiene cada cosa, no obcecarme con que todo salga según mi plan o no ser un contestón con mi equipo y con mi familia», detalla.
«NO SE PUEDE SIN TERAPIA»
También avisa de que para gestionar todo ello, y el «precio» de hacer lo que le gusta, tiene apoyo psicológico, pues, a su juicio, «no se puede afrontar este trabajo sin terapia». Entre las cosas que más le cuestan y le han desencantado de la industria, apunta a «no separar la vida personal del trabajo», los «nervios», la «ansiedad» que le producen «situaciones en las que hay mucha gente» o, en ocasiones «tener que ponerse una careta».
También en referencia a la industria musical, subraya que está de acuerdo con las denuncias de compañeras artistas sobre el machismo que aún impera en esta. «Es verdad que hay que igualar muchas cosas», manifiesta, si bien afea los «extremos», que no le gustan ni en esta ni en otras situaciones.
ADIÓS A ÉLITE
Además de una carrera musical que comenzó tras ganar el ‘talent show’ Factor X en 2018, Pol Granch se ha sumergido en el mundo de la interpretación con su participación en la serie ‘Élite’, de Netflix, lo que le dio mayor proyección internacional, pero en la sexta temporada ya no aparecerá.
Al respecto, el artista explica que «el contrato acabó así», si bien a él le «gustaría haber continuado». También, cree que le ha venido bien porque ahora tiene «muchas cosas que atender» en lo musical, pero no descarta seguir explorando su faceta de actor si le proponen algo que le pueda interesar.
Así, su futuro más próximo está en la música. Tras el lanzamiento del álbum, prepara una gira y se centrará en seguir componiendo, más aún tras su nominación como Mejor Nuevo Artista en los Latin Grammys, un reconocimiento que no se esperaba y que ha supuesto para él «un chute de seguridad y autoestima».
«No se lo esperaba ni dios, y eso me gusta más», asevera, para añadir que esta nominación también le ayuda a no volverse «tan loco» consigo mismo, pero a la vez seguir «siendo exigente» para «algún día poder ganar estas nominaciones y que sea merecido».
En lo musical, avanza que su intención es seguir explorando en sonidos nuevos y de «más riesgo», como la electrónica, que ya toca en algunas canciones de ‘Amor escupido’. «Me he dado cuenta de que me he arriesgado en muchas cosas ya y que lo más funciones es ser yo», clama, para concluir que se ve «yendo por el buen camino», aunque tiene «mucho respeto» al futuro, en el que quiere «dar batalla».