Pontón y Besteiro dibujan un bipartito en un careo de guante blanco con un «candidato ausente» muy presente

Redacción

La candidata del BNG a la Presidencia a la Xunta, Ana Pontón, y el aspirante del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, dibujaron este miércoles el bipartito que nacionalistas y socialistas están dispuestos a poner en marcha tras el 18 de febrero si dan los números. Lo hicieron en un careo en TVE de guante blanco, en el que dejaron fuera del plató la confrontación para escenificar una alternativa al PP de Alfonso Rueda.

«El candidato ausente». Fue lo más escuchado en el debate a dos celebrado en la noche de este miércoles en la sede territorial de TVE en Galicia, en Santiago de Compostela. Así coincidieron Pontón y Besteiro en referirse, en decenas de ocasiones, a Rueda. Un «plantón» que, para la nacionalista, es «un plantón a la ciudadanía gallega» y que, para el socialista, evidencia su «falta de proyecto» y lo «difícil» que resulta «defender» la gestión de los últimos 15 años al frente de la Xunta.

Y es que la ausencia de Rueda, cuyo partido declinó también enviar a un representante al debate organizado por RTVE, marcó una cita en la que Pontón y Besteiro optaron por aparcar las diferencias para pintar una hipotética alternativa que nacionalista y socialista están convencidos de que es posible.

«Moito rifar non quixeron –mucha discusión no han querido tener–«, resumió el conductor del espacio, Xabier Fortes, antes de dar paso al minuto final de los candidatos en un debate que el propio periodista gallego abrió lamentando la ausencia del aspirante popular. «Lamentamos que Alfonso Reuda declinase confrontar ideas o designando un representante. Dicho esto, no nos queda más que decir eso de: juzguen ustedes», señaló el presentador de La Noche en 24 Horas.

Y es que la hora dedicada al careo entre Pontón y Besteiro se tornó en una exposición de los problemas que nacionalistas y socialistas creen que afectan a Galicia, muchos atribuidos «a la gestión» de 15 años de gobiernos populares en San Caetano, y a exponer sus propuestas, sin que llegasen a echarse en cara planteamientos.

Un suave intercambio de pareceres a razón del papel del Estado en la regulación del precio de la energía y la efectividad de la conocida como ‘excepción ibérica’ durante el primer bloque fue, apenas, la única discordancia expresada entre Pontón y Besteiro durante el debate, tras el cual, coincidieron también en que la noche de este miércoles refuerza la idea de que las urnas depararán «un cambio» en la Xunta, que, en todo caso, cada uno se ve liderando.

Así, expresaron posturas similares, con matices en las recetas, sobre asuntos como la gratuidad de la AP-9 y la A-52, los problemas del sector pesquero que creen que Rueda «no defiende» ante las regulaciones que pretende emprender el nuevo gobierno argentino de Javier Milei, el sector forestal y la «falta» de una industria que apuesten por la «transformación» o las «carencias» de servicios como la sanidad y la educación tras «años de recortes» del PP.

Tampoco hubo confrontación en la postura sobre el estatus del gallego, un asunto del que el PP ha hecho caballo de batalla durante esta campaña acusando al BNG de querer su «imposición» en la escuela frente al español. Mientras que Pontón abogaba por la «igualdad de conocimiento» para «que pueda haber libertad de elección», Besteiro subrayaba que el camino de los socialistas pasa por fomentar que el gallego «se conozco más y se hable mejor» desde «una perspectiva tolerante».

VIRTUDES DE LOS GOBIERNOS ‘PLURALES’

La ausencia de críticas entre ellos no hizo que, aún así, ninguno de los dos mencionase la palabra ‘bipartito’, si bien ambos pusieron en valor las virtudes de que distintas fuerzas políticas compartan un gobierno.

Así, Pontón recalcó que «un gobierno no es bueno o malo» en función del número de partidos que lo conforman y ha puesto como ejemplo la Xunta del PP, con un solo partido, y que estará «encantada» de ser la presidenta de un ejecutivo «que refleje la pluralidad de las urnas» para poner en marcha una política «de mano tendida».

Por su parte, Besteiro, que recalcó su condición de «socialista» para subrayar que «no es nacionalista» ni cree que pueda llegar a serlo, puso el acento en «cómo ha cambiado el cuento» respecto a un mes sobre la posibilidad de un cambio que «se divisa, se palpa». «Vamos a un cambio de un gobierno de progreso que no lo puede cambiar nadie, vamos a apostar por una Galicia más abierta y por una Galicia más grande», ha enfatizado.

BLOQUES

El careo entre los aspirantes del BNG y PSdeG se abrió con un bloque sobre economía en el que cobró peso el precio de la energía. Besteiro lamentó que la industria gallega no se vea «beneficiada» por ser Galicia un lugar productor de energía, diagnóstico en el que ha coincidido Pontón, que ha planteado la creación de una tarifa eléctrica gallega.

Allí se produjo prácticamente la única interacción entre socialista y nacionalista, después de que el primero defendiese la excepción ibérica y la segunda pusiese en duda su efectividad. Tras este primer apartado en el que se tocaron también temas sobre la industria –Pontón pidió la intervención de Alcoa, Besteiro no mencionó la factoría mariñana–, se dio paso al segundo bloque en el que los candidatos acusaron a la gestión de la Xunta de la «caída de la productividad» del sector primario.

«Tenemos que regenerar las rías no solo para cuidar el medio ambiente, sino para crear empleo», ha dicho Pontón, un guante que ha recogido Besteiro para defender el Gobierno central ha puesto en marcha un plan para recuperar la ría de O Burgo, en A Coruña.

Antes de que, durante el minuto de oro, los candidatos apelasen a los gallegos que quieren cambio para que acudan a votar a las urnas –«están vacías», recordó Besteiro–, los candidatos prometieron planes «de choque» para mejorar la prestación sanitaria a la ciudadanía, poniendo el foco en la cobertura del territorio, y avanzar hacia mejoras en el sistema de cuidados para evitar que estos sigan recayendo «en las mujeres».

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