¿Por qué combinar psicología, nutrición y entrenamiento físico es una buena manera de adelgazar?

Remitido

Si bien la consulta con un especialista en nutrición y un plan de actividad física son factores importantes para adelgazar, el apoyo de la psicología es crucial en los casos donde ha existido recuperación del peso perdido y/o rechazo a realizar la pauta dietética y deportiva. De esta manera, es posible llegar a desarrollar unos hábitos de vida saludable y consolidarlos de cara al futuro para no perder todo el esfuerzo realizado.

Según explica Juan Uriarte, desde la psiconutrición se trabaja para que los pacientes tengan un objetivo adicional que sea ajeno al peso. Uno de los problemas principales errores que cometen los profesionales que se dedican a la mejora de hábitos de sus pacientes es el peso-centrismo el cual es un factor de riesgo para generar el tan temido efecto yo-yo que hace que mucha gente peleé durante toda su vida contra sí mismo.

¿Cuál es el aporte de la psicología para adelgazar?

Tanto la práctica de deportes como la nutrición pueden ser pensadas como conductas que están determinadas por distintos hábitos. Ahora bien, según afirma Juan Uriarte, no contemplar la variable psicológica dentro de la adquisición de hábitos lleva al fracaso. En este sentido, hay varias acciones que un profesional de la psicología puede hacer para ayudar a un paciente que desea adelgazar.

Una de ellas es ayudarle a recuperar una conexión natural con su cuerpo. A lo largo de la vida, los seres humanos desarrollan conexiones fisiológicas que regulan sus conductas alimentarias. Por eso, para que un plan de pérdida de peso funcione, una persona tiene que volver a saber cuándo está satisfecha y cuando tiene hambre.

Por otra parte, tanto los planes nutricionales como los de ejercicio físico requieren adherencia. Con respecto a esto, no es conveniente comenzar con pautas completamente estrictas. Además, es imprescindible considerar que nadie puede estar constantemente haciendo dieta. Por este motivo, es necesario que el plan de nutrición resulte atractivo y pueda ser mantenido por el paciente a lo largo del tiempo. Asimismo, para comer de manera más saludable es crucial poner en marcha cambios progresivos que se adapten al estilo de vida que desea llevar el paciente.

La importancia de la flexibilidad en los planes para adelgazar

Los planes rígidos son los que más posibilidades tienen de fracasar. A su vez, cada vez que una persona falla, hay un riesgo mayor de abandono y de dejar de intentar un cambio. Por lo tanto, no es conveniente encerrarse en pautas nutricionales rígidas o entrenamientos físicos hiperexigentes.

Nuevamente, con la ayuda de técnicas psicológicas es posible determinar el grado de flexibilidad y los límites. En este sentido, uno de los objetivos es que los pacientes se relacionen de manera adecuada con la comida.

En la página web del centro de Juan Uriarte, existe la posibilidad de realizar un test gratuito para conocer si la persona que rellena el test necesitaría apoyo psicológico para mejorar sus hábitos de manera duradera.

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