¿Por qué motivos el orientador escolar puede ser la clave para conseguir el éxito académico?

Remitido

Las notas de los hijos cada día son más importantes. ¿A quién hay que acudir si no consiguen buenas calificaciones? ¿Cómo ayudarles a conseguir sus objetivos?

Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos y en este mundo tan competitivo, cada vez es más difícil acceder a la formación o carrera deseada. Es comprensible que, cuando los hijos no consiguen buenos resultados, los padres se preocupen y busquen ayuda.

Un profesional en el que pocas veces se piensa y que probablemente sea el más preparado para calibrar las preocupaciones y ayudar a los hijos a nivel escolar es el psicólogo educativo, el orientador escolar.

Un psicólogo educativo tiene la capacidad de visualizar en qué área concreta se están dando las dificultades, de evaluar los problemas (a veces muy puntuales) en los aprendizajes instrumentales y trabajarlos para que no supongan un bloqueo en la adquisición de conocimientos y habilidades posteriores. Es capaz de hacer un diagnóstico de la situación, evaluando todos aquellos lugares en los que pueden existir problemas y ofrecer soluciones conociendo los entresijos del sistema educativo.

De la misma forma que un psiquiatra con formación en neurología puede ayudar mejor a tratar las cefaleas tensionales porque es una enfermedad a caballo entre ambas especialidades, un psicólogo especializado en educación, que además haya estudiado magisterio, tiene una mirada más profunda en los problemas educativos y es capaz de identificar las adaptaciones que el alumno precisaría en el colegio para lograr sus objetivos, así como de orientar sobre los recursos administrativos existentes para ayudar al niño a conseguir sus sueños.

Por poner un ejemplo, hace unos meses acudió a la consulta de orientación escolar de Tranquilamente un adolescente que siempre había obtenido buenas calificaciones en primaria y, al pasar a secundaria, comenzó a suspender cuatro o cinco asignaturas por evaluación. El colegio no daba mucha importancia al problema, creían que estaba relacionado con los cambios que acompañan a la adolescencia. ¿Se había evaluado correctamente la causa?

Se decidió realizar una evaluación completa de aptitudes del alumno, actitudes, funciones ejecutivas, atención, memoria, control inhibitorio, flexibilidad, autocontrol, sociabilidad, sensibilidad, frustración

El resultado de ese análisis fue descubrir a un chico con altas capacidades, desmotivado y sin técnicas de estudio adecuadas para poder seguir el ritmo de sus amigos. Valorar sus necesidades, transmitirlas a sus padres, a sus profesores y a él mismo, le han permitido cambiar los suspensos por notables en unos meses y lo que es más importante, conseguir que sea feliz porque ha encontrado la motivación que no tenía en sus estudios.

Conseguir que lo emocional, lo social, lo personal y lo educativo conjuguen es una labor maravillosa que realizan a diario los psicólogos que se dedican a la orientación escolar, un pequeño cajón de sastre que tiene miles de recursos guardados para que los padres descubran las fortalezas de sus hijos y la forma de abordar sus dificultades para encauzarlas día a día.

Si un padre se pregunta por qué el niño en casa se sabe la lección y luego suspende, por qué se equivoca en las operaciones, o por qué no presta atención, puede considerar la opción de preguntar a una orientadora escolar o psicóloga educativa con experiencia, seguro que se obtendrá ayuda e información muy valiosa para su futuro y bienestar. 

Mª Dolores Mora Olmedo

María Dolores Mora es Diplomada en Magisterio, en psicología educativa y trabaja como orientadora escolar en Tranquilamente.

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