Las selecciones de Portugal y Polonia certificaron este martes su clasificación para el Mundial de Catar tras eliminar, en el ‘playoff’ final de la zona europea, a Macedonia del Norte (2-0) y Suecia (1-0), respectivamente, para confirmar su presencia en el sorteo de este viernes.
Portugal no falló en Do Dragao y dominó sin problemas a los macedonios, que dieron la campanada el pasado jueves eliminando a Italia. Sin embargo, su aventura no pudo ser culminada en Oporto ante una selección local que salió arrolladora y encontró el premio antes de llegar al tiempo de descanso.
El primero en avisar fue Cristiano Ronaldo, que perdonó con un disparo cruzado que se fue lamiendo la base del poste. A los 25 minutos probó suerte Diogo Jota con un cabezazo picado, pero no fue hasta alcanzar la media hora cuando su compañero en el United Bruno Fernandes estableció el 1-0 con un disparo en gran posición.
Cristiano, que fue el asistente del 1-0, no dejó de intentarlo en un primer acto que murió sin cambios en el marcador. En la segunda mitad, los pupilos de Fernando Santos continuaron con el mismo guión y no tardaron en echar el lazo al partido y -en consecuencia- a su sexta participación consecutiva en un Mundial.
Diogo Jota sacó un centro exquisito al corazón del área y Brunos Fernandes lo cazó de primeras para sentenciar el envite. Portugal no faltará a la cita del Mundial, el quinto de Cristiano Ronaldo, que entrará en la historia del fútbol una vez más como el jugador con más Mundiales igualado al alemán Matthaus, el italiano Buffon y los mexicanos Carbajal y Rafa Márquez.
Por su parte, Polonia consiguió el mismo resultado que Portugal pero sufrió mucho más para terminar con su oponente. El equipo de Czeslaw Michniewicz, que llegaba más fresco a la cita tras no jugar la primera ronda por la eliminación de Rusia, se adelantó a los 50 minutos con un penaltis transformado por su estrella: Robert Lewandowski.
El gol dio tranquilidad a los polacos que -algo confiados- pusieron alas a los suecos, que volvieron a contar con Zlatan Ibrahimovic en los diez minutos finales del partido. Fue entonces cuando Suecia se volcó sobre la meta de Wojciech Szczesny pero no pudo cambiar su suerte ni tan siquiera con el balón parado.
Ocurrió todo lo contrario, los polacos aprovecharon la desesperación de su rival y los espacios en defensa para colocar el definitivo 2-0 en el marcador en botas de Piotr Zielinski, que sacó tajada de un error de Marcus Danielson en el despeje. El tanto hundió a los nórdicos, que no estarán en Catar después de ser cuartofinalistas en el último Mundial.