La consultora PONS Seguridad Vial y la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) propusieron este jueves la implantación en España del permiso de conducir B1 en España, que habilita la conducción de coches pequeños y eléctricos.
Según ambas entidades, ese nuevo carné supondría “facilitar el acceso escalonado a la movilidad eléctrica a los jóvenes desde los 16 años”.
La normativa de la UE deja a los países comunitarios la decisión de incorporar el permiso B1 desde 2013. La edad mínima para obtenerlo es de 16 años -aunque puede elevarse a 18 años- y es para conducir cuadriciclos o quads con un motor de 15 kW de potencia como mucho, un máximo de 400 kilos de masa en vacío sin incluir la de las baterías en vehículos eléctricos y con una velocidad máxima de 90 km/h.
Algunos países ya lo han implantado, como Francia, Italia, Portugal y Reino Unido. Según Aedive y PONS Seguridad Vial a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el nuevo permiso daría la posibilidad de un primer acceso a la movilidad eléctrica a cerca de un millón de personas al año.
Una de las ventajas de la implantación del B1 a corto plazo sería el incremento de la seguridad en los desplazamientos, puesto que este permiso permitiría, según PONS Seguridad Vial, “un acceso racional y escalonado a la conducción de automóviles, y una alternativa de movilidad más segura a los medios de transporte tradicionales”.
Otra es que los cuadriciclos pesados (categoría L7) comparten elementos de seguridad con los vehículos de categoría M, el vehículo convencional para el transporte de personas. Asimismo, según PONS Seguridad Vial y AEDIVE, estos vehículos presentan un elemento fundamental para la seguridad del que no disponen los cuatriciclos de la categoría L6, como es la disposición de estructuras de protección en caso de vuelco.
La mayoría de los cuatriciclos pesados (L7) son eléctricos, por lo que cumplen los estándares de emisiones europeos.
“CAMBIO CULTURAL”
Ramón Ledesma, asesor de PONS Seguridad Vial, apuntó que “las Directivas europeas dibujan una tipología de vehículos y permisos de conducción para el ámbito urbano que, como ya han hecho otros países, cada vez tienen más sentido implementar”. “El permiso B1 habilita la conducción de vehículos de reducido tamaño, eléctricos, que precisan de escasa energía para moverse y con una velocidad limitada a 90 km/h”, señaló
Ledesma subrayó que, “si bien lo ideal sería que el movimiento urbano se desarrolle fundamentalmente en transporte público y bicicleta, lo cierto es que, en el caso de que haya que utilizar vehículos privados, estos deben ser responsables y sostenibles”. “Hasta tal punto está evolucionando la ciudad que o son así o no serán. La introducción del permiso B1, limitado a estos vehículos, genera un cambio cultural en el uso urbano del vehículo mucho más razonable y adaptado a los nuevos tiempos”, añadió.
Por su parte, el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucia, indicó que el permiso de conducir B1 ofrecería ventajas para la movilidad eléctrica en España “en cuanto a la concienciación, por llegar a un público joven que el día de mañana formará parte del tráfico y habrá podido superar las barreras del desconocimiento actuales en torno al vehículo eléctrico, haciendo de éste un público sensibilizado con una conducción eficiente y segura”.
“Asimismo, permitirá que se desarrollen modelos de negocio basados en la movilidad eléctrica compartida que ofrezcan vehículos más seguros y confortables a un público joven que actualmente solo puede acceder al carné de motos A1”, indicó.
Pérez de Lucia añadió que el permiso B1 “favorecerá el desarrollo industrial basado en esta tipología de vehículos por parte de empresas españolas que buscan desarrollar factorías para producirlos en nuestro país, mejorando la competitividad y el empleo en el sector de la automoción”.
En lo relativo a la formación necesaria para su obtención, la normativa de la UE no distingue entre la formación teórica del B y del B1, y deja al criterio de cada país el contenido del examen. PONS Seguridad Vial y Aedive apostaron por una formación teórica equivalente del permiso B1 y el B, mientras que para el examen práctico se necesitarían pruebas diferenciadas, dado que los requisitos para hacer el examen práctico son diferentes en ambos casos.