El presidente ruso, Vladimir Putin, ha descartado que la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN suponga una amenaza directa para la seguridad de Moscú ya que «no tiene problemas con esos países», pero ha adelantado que «sin duda» responderán a esta «política expansionista sin fin» de la Alianza.
«La expansión de la infraestructura militar a esos territorios sin duda desencadenará nuestra contrarreacción», ha dicho Putin durante la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) que ha tenido lugar este lunes en Moscú.
«Esto agrava la ya incómoda situación internacional en el campo de la seguridad», ha vaticinado el presidente ruso, que deja la posible reacción de Moscú según la «naturaleza de las amenazas que surjan», después de que los gobiernos de Finlandia y Suecia hayan solicitado de manera formal entre este domingo y el lunes, respectivamente, su entrada en la OTAN.
En ese sentido, Putin ha adelantado que si la OTAN acerca su infraestructura militar a las fronteras de Rusia, Moscú tiene que responder de la misma manera y ha acusado a los países occidentales de estar creando un problema «desde cero».
«Además de esta política expansionista sin fin, la alianza del Atlántico Norte también va más allá del marco de su designación geográfica, más allá del ámbito de la región euroatlántica y busca involucrarse en los asuntos internacionales cada vez más activamente», ha protestado el presidente ruso, informa la agencia TASS.
Putin ha acusado a la OTAN de pretender «controlar la situación internacional desde el punto de vista de la seguridad», así como influir en otras regiones del mundo «y de lejos no de la mejor manera».
En lo que respecta a la posible entrada de sus dos vecinos en la Alianza, Putin sostiene que no hay un «peligro inmediato», ya que «Rusia no tiene problemas con esos Estados».
Quien también ha abordado en términos similares las demandas de Suecia y Finlandia para entrar en la OTAN ha sido el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, presente en la cumbre de la OTSC, organización que ha pedido reforzar para que en las plataformas internacionales sea más tenida en cuenta.
«Estoy seguro de que si presentáramos un frente común, nunca hubiera habido eso que llaman ‘sanciones del infierno'», ha dicho Lukashenko, quien ha abogado por una voz y postura comunes dentro de la organización «como sucede en Occidente».
La última cumbre de la OTSC ha tenido lugar este lunes en Moscú con la presencia además del primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan; los presidentes de Kazajistán, Kassim-Jomart Tokayev; de Kirguistán, Sadir Japarov; y de Tayikistán, Emomali Rahmon. En ella, han firmado una serie de acuerdos para seguir colaborando en materia de defensa y reforzar una postura común ante el escenario internacional.