Redes sociales como TikTok e Instagram muestran, con cada vez más frecuencia, vídeos en los que se hace uso del conocido como ‘sludge content’, un formato de vídeo que divide la interfaz de la plataforma a modo de collage con dos o más contenidos y que se utiliza para retener a los usuarios ante la pantalla, sin hacer ‘scroll’.
El ‘sludge content’ (traducido como ‘contenido de lodo’) es una fórmula procedente del ámbito del marketing que emplean los creadores de contenido que consiste en reunir varios clips de vídeo que no guardan ningún tipo de relación, para que las audiencias puedan visualizarlos de una sola vez.
Esta especie de collage es, en esencia, un vídeo formado por varios vídeos a la vez, donde siempre hay uno principal, que es el que tiene más relevancia y recibe mayor atención por parte de los usuarios. Este introduce un mensaje o una narración verbal, como puede ser una escena de una película donde haya diálogo o bien una entrevista.
Por el contrario, el vídeo o los vídeos que le acompañan no introducen este tipo de lenguaje ni ningún mensaje hablado y suelen ser vídeos atractivos y relativamente repetitivos. Es el caso, por ejemplo, de una secuencia de un videojuego como Super Mario Bros. o de Tom Rider, que durante una travesía va recopilando recompensas.
Gracias a este formato, cada vez más frecuente en plataformas como Instagram y TikTok debido a herramientas como Duet, estos vídeos mantienen la vista del usuario en la propia pantalla, sin necesidad de hacer ‘scroll’ para visualizar otros contenidos. Esto se debe a que, si se aburren con el vídeo principal, pueden dirigir su atención a los vídeos secundarios que lo acompañan, como explican en un artículo en Scientific American.
RIESGOS DEL ‘SLUDGE CONTENT’
Varios analistas de redes sociales y expertos coinciden en que el ‘sludge content’ puede ser algo tan agradable como confuso y adictivo, debido a que demasiada estimulación visual puede perjudicar la capacidad de los usuarios para centrarse en cualquier tarea.
No obstante, estos vídeos responden a las necesidades de los creadores de contenido, que pretenden que el mayor número posible de usuarios visualicen sus vídeos durante el mayor tiempo posible, según esta publicación.
A pesar de que no hay evidencias científicas sobre los efectos negativos que pueda conllevar esta práctica, algunos investigadores sostienen que pueden tener un impacto en el desarrollo cognitivo de los jóvenes, ya que ver ‘sludge content’ puede crear la necesidad de una constante estimulación para mantener su atención en lo que consumen.
Asimismo, apuntan a que estos vídeos pueden fomentar la disociación normativa, esto es, que los consumidores concentren toda su energía en lo que muestra su pantalla y pierdan conciencia del entorno que les rodea.