La rinoplastia ultrasónica es una de las cirugías más avanzadas en la medicina estética. Esto se debe a que mejora las deformidades físicas y funcionales de la nariz, con un porcentaje de error muy bajo.
El Dr. Pérez Villar es un cirujano maxilofacial especialista en esta intervención, con un gran porcentaje de éxito, que garantiza un trato totalmente adaptado a los rasgos faciales de cada paciente.
Conseguir un mejor resultado con la rinoplastia ultrasónica
Someterse a una intervención quirúrgica comprende una serie de procedimientos que el paciente debe conocer antes de pasar por ellos. La rinoplastia es una de las operaciones más demandadas a nivel mundial. Su finalidad es doble: moldea la forma del cartílago para darle una apariencia más agradable y, a la vez, recupera la funcionalidad respiratoria.
Gracias al avance de la tecnología, se ha creado el bisturí piezoeléctrico o por ultrasonidos, que genera una carga eléctrica bajo tensión mecánica. Este instrumento aumenta el éxito en las intervenciones, ya que garantiza precisión en los cortes y una operación menos invasiva, porque no afecta el tejido cercano al hueso. Son muchas las ventajas que tiene esta innovadora herramienta, y entre ellas destaca que disminuye la aparición de edemas y hematomas tras la operación.
¿Qué se debe hacer antes de una rinoplastia?
Para someterte a una rinoplastia, lo más importante es contar con un médico profesional, capaz de darle a la nariz una forma que se adapte a las facciones naturales del paciente. Además, debe guiar al paciente antes y después de la cirugía, y responder a todas las dudas que surjan en el proceso. El Dr. Pérez Villar, especialista en la rinoplastia ultrasónica, cuenta con la capacidad para llevar a cabo una intervención y un asesoramiento personalizados y eficientes.
Tras acordar una fecha para la operación, el paciente debe comenzar a prepararse con aproximadamente 15 días de antelación. Es fundamental no fumar antes y después de la intervención, porque la nicotina ensancha las arterias, lo que retrasa el proceso de cicatrización. De igual manera, dos días antes, se deben evitar las comidas pesadas, el alcohol y otros tipos de excesos, para evitar posibles reacciones de los medicamentos después de la rinoplastia.
Generalmente, la recuperación dura entre cuatro y seis semanas, pero con el procedimiento ultrasónico se puede reducir hasta la mitad. Durante las primeras semanas, se debe tener mucho cuidado con la zona, no hacer movimientos bruscos ni deportes de contacto, consumir alimentos templados y seguir todas las indicaciones del especialista. Para conocer más beneficios de la rinoplastia ultrasónica, el Dr. Pérez Villar cuenta con un sitio web en el que se detalla toda la información relacionada con esta técnica de precisión.