Un influencer ruso publicó uno en YouTube un vídeo donde se le puede ver prendiendo fuego a su Mercedes GT63S, valorado en 180.000 dólares.
Mijaíl Litvín se trasladó hasta un descampado y roció su flamante bólido con varios bidones de gasolina. Posteriormente se alejó, lo incendió, y cocinó unas salchichas mientras contemplaba el espectáculo. Cuando acabó su menú, abandonó el lugar abordo de un viejo ZAZ empujado por sus amigos.
Litvín tomó esta drástica decisión como protesta por el servicio técnico ofrecido por Mercedes cuando llevó su coche para una revisión. El automóvil, comprado en mayo de 2019, comenzó a fallar, y tras dejarlo en el centro oficial, el problema persistió, por lo que decidió llevarlo a taller independiente donde le informaro que le habían instalado piezas no originales.
Harto de la marca, descargó su ira en el vehículo.