Reanimalia proporciona tratamientos de hidroterapia en cinta para lesiones en animales, en la provincia de Cádiz

Remitido

En la rehabilitación veterinaria, cada vez cobra más importancia el uso de la hidroterapia. Esta técnica consiste en usar el medio acuático para realizar ejercicios que favorecen la resistencia muscular o mejora la marcha, entre otros beneficios.

Para llevar a cabo esta terapia se requiere un tanque estanco en el que entrará la mascota, y se llenará de agua hasta la altura necesaria según el caso. Pero, el elemento clave es la cinta subacuática de desplazamiento, que favorece el movimiento controlado aprovechando las cualidades físicas del agua para que el paciente fortalezca sus músculos en un ambiente seguro, sin sobrecargas y a la velocidad deseada.

Una de las clínicas veterinarias donde se realizan este tipo de procedimientos es Reanimalia, un centro que se destaca por ser el único que cuenta con el equipamiento necesario para la hidroterapia en la provincia de Cádiz.

Rehabilitación de perros y gatos

El principal motivo por el que Reanimalia ofrece sesiones de hidroterapia veterinaria es porque se trata de una alternativa de demostrada eficacia para el bienestar de perros y gatos en procesos de rehabilitación o acondicionamiento.

Gracias a las propiedades del agua, las mascotas lesionadas, con debilidad muscular o con condiciones como la artrosis pueden ejercitarse en un entorno de bajo impacto, donde el animal se apoya sin forzar sus patas ni su cuerpo durante el movimiento. Además, la posibilidad de regular la velocidad e inclinación de la cinta subacuática contribuye a fortalecer los músculos de manera progresiva y adaptada al estado físico del paciente. Esto es especialmente útil para poder trabajar tanto animales con patologías, que necesitan ir poco a poco, como perros de deporte sanos que van directos a mejorar su físico o prevenir lesiones.

Familiarizarse con el agua

Para hacerlo adecuadamente, es fundamental respetar los tiempos de cada paciente. En animales con parálisis, existe la opción de que la veterinaria acceda con él y le ayude con el movimiento en las primeras sesiones. Normalmente, se requiere una primera sesión más corta para que el animal se familiarice con el medio acuático, y los tiempos de tratamiento se van incrementando con su evolución.

En cuanto a la temperatura del agua, suele estar en torno a 25-30 grados. Así, se consigue que los músculos trabajen de manera efectiva, sin contraerse demasiado por el frío, y a una temperatura agradable que no resulte excesiva para el trabajo cardiovascular.

Para finalizar, cabe destacar que la hidroterapia veterinaria genera múltiples beneficios como la reducción del dolor, el equilibrio, la salud cardiovascular y la recuperación efectiva tras lesiones o intervenciones quirúrgicas, así como una gran herramienta para el acondicionamiento de animales deportistas.

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