El exministro británico Dominic Raab, que abandonó el viernes el Gobierno tras ser acusado de acoso laboral, apartó durante su etapa en Exteriores al embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliot, de las negociaciones sobre Gibraltar después de que supuestamente trasgrediese con sus propuestas las líneas marcadas desde Londres, según fuentes citadas por el ‘Daily Telegraph’.
El periódico, que ya publicó el viernes una tribuna en la que Raab defendía todos sus comportamientos, arroja nuevos detalles sobre uno de los puntos más delicados del currículum del exministro, que ha reconocido que entre los asuntos investigados figuraban supuestos excesos en los meses previos al acuerdo que fijó a finales de 2020 el marco relativo a Gibraltar tras el Brexit.
Raab admitió que un «alto diplomático» se había excedido y que hizo «cambios de personal» en un momento clave de las negociaciones con España. «Descubrí que un negociador clave se había excedido en el mandato democrático fijado por el Gobierno, poniendo en riesgo la soberanía de Reino Unido», afirmó en su tribuna.
Según el relato del ‘Telegraph, elaborado a partir de personas del entorno de Raab y de la investigación formal, el entonces ministro de Exteriores tuvo constancia de una supuesta oferta relativa a la presencia española en Gibraltar. España, como puerta de entrada al espacio Schengen, siempre ha defendido que debe haber Policía, en principio acompañada de la agencia europea Frontex.
Raab convocó a Elliot en noviembre de 2020, para una reunión que habría sido clave para la queja posterior. El embajador siguió en su puesto –continúa siendo a día de hoy el representante diplomático de Reino Unido en España–, pero fue apartado de las negociaciones, a las que se incorporó Simon Manley, antiguo embajador en Madrid.
Los cambios también afectaron al Ministerio de Exteriores, con una nueva persona al cargo de la oficina que supervisaba directamente las conversaciones relativas a Gibraltar.
La investigación realizada sobre Raab tras las acusaciones constata comportamientos excesivos que habrían supuesto incluso una humillación para el funcionario, al que el documento oficial no identifica en ningún caso. También ve como una «amenaza» que el exministro llegase a plantear en otro momento recurrir al Código de Servicio Civil como castigo.
Al presentar su dimisión, en su carta pública al primer ministro, Rishi Sunak, Raab subrayó que un alto cargo debe poder ser crítico con sus subalternos y ejercer una «supervisión directa» cuando hay situaciones relevantes, como ocurrió en su caso «en las negociaciones del Brexit sobre Gibraltar, cuando un alto diplomático rompió el mandato acordado por el Gabinete».
Pese a la polémica, el exministro sí aclaró que los cambios introducidos no implicaron perjuicio a largo plazo y, de hecho, considera que fue «esencial» para que se firmase el conocido como Acuerdo de Nochevieja, que el 31 de diciembre de 2020 estableció un primer marco regulador en torno a Gibraltar apenas unas horas antes de que venciese el plazo fijado por el Brexit.