Repsol obtuvo un resultado neto de 4.251 millones de euros en 2022, lo que supone un incremento del 70% respecto al año anterior, en un ejercicio marcado por la incertidumbre, la volatilidad y complejas dinámicas de mercado, derivadas de la invasión de Ucrania.
Pese a ello, los beneficios anotados en 2021 y 2022 (6.750 millones de euros) aún no permiten compensar las pérdidas de los ejercicios 2019 y 2020 (7.105 millones de euros).
El modelo de negocio integrado y el Plan Estratégico 2021-2025 fueron «fundamentales» para lograr un desempeño positivo, según ha destacado la compañía, que prevé destinar una inversión orgánica histórica de más de 5.000 millones de euros para impulsar su perfil multienergético.
En 2022, Repsol invirtió 4.182 millones de euros para avanzar en su transformación, un 40% más que el año anterior, principalmente en la Península Ibérica y Estados Unidos.
Para ayudar a los clientes en un contexto inflacionista, Repsol destinó más de 500 millones de euros a descuentos adicionales en los combustibles en sus estaciones de servicio en España.
Asimismo, Repsol realizó en 2022 un esfuerzo adicional para garantizar el suministro en España, en un contexto de tensión en los mercados internacionales, y llegó a destinar más de 2.000 millones de euros a incrementar sus inventarios.
«Somos conscientes de nuestra labor como servicio esencial para la sociedad. Para nosotros, siempre es prioritario cumplir con esa responsabilidad, que emerge con más importancia, si cabe, en momentos complicados como los que hemos vivido en los últimos años. En 2022, nos esforzamos en garantizar el suministro, reducir el impacto de la crisis energética en nuestros clientes e invertir en el futuro industrial de España, a la vez que continuamos potenciando nuestro perfil como compañía multienergética y avanzando en la descarbonización», ha destacado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.
La generación de caja permitió durante el año una reducción de la deuda neta del 61%.
Además, Repsol anunció un incremento del 11% en la remuneración en efectivo para sus accionistas en 2023 y llevó a cabo la amortización de 200 millones de acciones, lo que beneficia a más de 520.000 inversores, la inmensa mayoría de ellos minoritarios y localizados en España.
Para 2023, Repsol implementará un nuevo programa de recompra de acciones propias y una reducción de capital.
Así, el consejo de administración ha acordado implementar en 2023 un nuevo programa de recompra de acciones propias por un máximo de 35 millones de títulos y proponer a la próxima junta general una reducción de capital mediante la amortización de 50 millones de acciones propias.