Madrid se vacía en agosto, o no ya tanto como antes, pero sí que es una buena oportunidad para intentar conseguir mesa en algunos de los restaurantes más de moda en la capital o el momento de quedar para disfrutar de ese local que tenías ganas, pero al que no has podido ir por falta de tiempo. Así que para los que se quedan en la capital o para los que vienen de fuera a disfrutar de la ciudad, os dejamos algunas ideas para comer o cenar en agosto.
Uno de los restaurantes más de moda de este año en la capital. Los 33 (Plaza de las Salesas, 9), no cierra por vacaciones en agosto, por lo que es una buena oportunidad para intentar hacerse con una de sus codiciadas mesas. Un espacio donde apuestan por una propuesta de platos sencillos que guarden una relación entre España y Uruguay, combinando recetas de ambos países. Sus señas de identidad son el producto de máxima calidad, cercanía y temporada (carnes, pescados y verduras), la leña y el fuego. La brasa es el eje central de esta cuidada cocina, por lo que no hay que perderse su ya reconocido e icónico bikini de prosciutto a la brasa, entre otras propuestas. Además, el local se transforma por la tarde-noche donde a partir de las 21.00 horas hay música en directo de la mano de un Dj.
Por su parte, con vistas al ‘sky line’ madrileño, La Máquina Caleido, ubicado en el Espacio Caleido, se postula como un lugar ideal donde quedar a desayunar, disfrutar de una comida de negocio, una tarde de ‘afterwork’ con amigos o de unas impresionantes puestas de sol en familia o en pareja. Además, cuenta con una amplia oferta donde se puede degustar arroces secos y finos, desde el A banda o el De Campo a caldosos como el de bogavante azul, así como una amplia oferta de pescados o clásicos de La Máquina como sus mariscos al peso, su ensaladilla rusa, los chanquetes con huevos fritos o la tortilla abierta de patata.
Pero para los que busquen una propuesta más informal, nada mejor que acudir a alguna de las sedes de Frankie Burgers, que acaba de abrir un nuevo local en pleno barrio de Salamanca, donde degustar la tercera mejor hamburguesa de España en un concepto fresco y sencillo al estilo de las hamburgueserías americanas tradicionales.
Mientras, los que prefieran comida gallega y apuesten por el producto pueden acercarse durante este mes a Atrapallada (Paseo de las Acacias, 12), un clásico en el barrio de Arganzuela, donde degustar en compañía de la mejor gastronomía gallega en Madrid. Así, en su carta no faltan las navajas, percebes, berberechos o su reconocido pulpo con patata traída de Coristanco (A Coruña), así como una amplia presencia de pescados, que se preparan a gusto del cliente; o carnes, donde brillan su ‘steak tartar’ de vaca rubia gallega, una pluma ibérica con salsa de naranja o el chuletón de vaca vieja.
También una propuesta divertida y diferente para estas cálidas noches de agosto es la que propone Quintoelemento (c/Atocha, 125), donde dejarse llevar por la ambientación, los sabores viajeros o los tragos sorprendentes. Una azotea futurista con bóveda retráctil desde donde casi ‘tocar’ las estrellas de la ciudad o dar un paseo visual en alta definición, mientras se degustan las propuestas del chef Juan Suárez de Lezo, que tiene este verano como hilo conductor el Mediterráneo, en la que se ofrece bocados ligeros repletos de sabor a mar, además de contar con un ‘sushi bar’ para los amantes de la comida nipona. La novedad de la temporada son las cenas espectáculo, que sumerge a los comensales en un viaje infinito a través de la sinergia inmersiva entre la gastronomía, la experiencia audiovisual y las actuaciones en vivo.
Otra opción para estos días estivales es tapear en la terraza de La Raquetista en La Habana (c/Juan Bravo, 41), donde los hermanos Javier y Paco Aparicio proponen un viaje por la cocina iberoamericana, sin renunciar a las clásicas recetas que hicieron famosa a La Raquetista original, como sus torreznos,los buñuelos de bacalao y platos castizos como los callos, pero sin olvidar innovaciones como el saam latino de cochinillo asado y todo bien maridado con una amplia y cuidada carta de vinos, que permiten al comensal descubrir nuevas referencias.
Lamonarracha, en sus diferentes sedes, tampoco echa el cierre en agosto (salvo los locales de Ponzano y Pozuelo de Alarcón que lo hacen del 5 al 21 de agosto), convirtiéndose en un buen lugar para disfrutar de su propuesta gastronómica donde la materia prima es esencial a la hora de disfrutar platos como su bao artesanal de atún rojo salvaje con huevo de codorniz, el tartar de atún rojo salvaje macerado con flor de aguacate, tempura de langostino tigre ‘Lamonarracha’ o el roll crunch de langostino con salsa spicy mayo, que se maridan con cócteles veraniegos como el tinto de verano con sorbete de yuzu, el ‘Japanese Spritz’ o su versión del ‘Sex at Mona’s’.
Los que prefieran una propuesta castiza en agosto pueden acercarse a Casa Orellana (c/Orellana, 6), donde la tradición y lo cañí son protagonistas de una propuesta gastronómica que se inspira en la cocina andaluza. Un buen lugar para compartir un cazón en adobo, una ensalada de pimientos asados o el atún con tomate picante, que maridan con una amplia carta de vinos con los que acompañarlas.
Y en plena Puerta de Alcalá y a escasos metros del Retiro está Bakan (Plaza de la Independencia, 5), el espacio que apuesta por platos tradicionales que viajan desde las comunidades, pueblos y mercados de México hasta la actualidad, bajo un profundo arraigo a las raíces culinarias de distintas generaciones. Una propuesta que tiene tres elementos esenciales como son el maíz criollo y su proceso de nixtamalización, los asados a la leña de encino y su oferta líquida con 250 mezcales. Además, las noches de los viernes y sábados hay actuaciones musicales de mariachis, recreando la fiesta y el espíritu de México en pleno centro de la capital.
ABREN A FINALES DE AGOSTO
Y para los que lleguen a finales de mes, pueden acercarse a una de las novedades gastro como es Chirashi (c/San Germán, 50), el proyecto del chef e investigador gastronómico Rubén Iborra, que ha abierto una taberna de cocina internacional en formato ‘street food’ y su versión gourmet en el barrio de Tetuán. Iborra presenta platos divertidos, fidedignos, equilibrados y cargados de umami, que dan como resultado un menú corto y largo que varían sutilmente cada semana y de manera más radical con las estaciones. Así la diferencia del mediodía, por la noche, el chef ejerce de ‘cicerone’, guiando a los comensales por este viaje alrededor de diferentes cocinas del mundo que se puede disfrutar a partir del 16 de agosto, que el local vuelve a abrir.
Y los que quieran darse un homenaje a la vuelta de vacaciones,VelascoAbellá (c/Víctor Andrés Belaunde, 25), el proyecto de Óscar Velasco y Montse Abellá ofrecen a partir del 21 de agosto su propuesta basada en el producto de mercado y de temporada, cuidando mucho los detalles, con una visión muy personal y donde reflejan su estilo de cocina: personal, creativa y donde prevalece, ante todo, el producto.
