La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que Marruecos conoce cuál es la realidad sobre Ceuta y Melilla y ha defendido que son españolas y van a seguir siéndolo después de que el reino alauí haya trasladado en una carta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que no tiene fronteras terrestres con España y que Melilla es un «presidio ocupado».
«Todo el mundo sabe, incluido Marruecos, cuál es la realidad», ha expresado en una entrevista en Cope, recogida por Europa Press, al ser preguntada acerca de si le preocupan estas declaraciones de Marruecos y si teme por el futuro de Ceuta y Melilla.
La titular de Defensa ha apuntado que no se trata de «un problema de posiciones o no posiciones». «Ceuta y melilla son España, punto. No hay nada más que hablar y eso es así», ha respondido tajante la ministra en términos similares a los que ayer utilizó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«Todo lo demás es un debate que yo entiendo que se puede hacer, pero es incuestionable e indudable que Ceuta y Melilla es tan España como lo es la ciudad que usted quiera», ha zanjado la ministra Robles.
CARTA DE MARRUECOS
Marruecos ha remitido una carta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en respuesta a las aclaraciones que se le habían pedido por el «uso excesivo y letal de la fuerza» contra migrantes de origen africano en los sucesos en la valla fronteriza de Melilla el pasado 24 de junio.
En su misiva, a la que ha tenido acceso Europa Press, aclaran «de nuevo» que es «inexacto» referirse a «la línea de separación entre Marruecos y Melilla» como «frontera hispano-marroquí», como afirman en su texto relatores de la ONU, puesto que «el Reino de Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España y Melilla sigue siendo un presidio ocupado y por este motivo, no se puede hablar de fronteras, sino de simples puntos de paso».
La afirmación del reino alauí se produce en un momento dulce en la relación entre España y Marruecos, que el pasado abril iniciaron una nueva etapa en la relación diplomática después de la carta remitida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI afirmando que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara es «la base más sólida, realista y creíble» para una solución al conflicto.