La presidenta del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento ruso), Valentina Matviyenko, ha señalado este jueves que la reacción militar de Rusia ante la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN será «proporcional» y «adecuada».
«En primer lugar, en términos militares, la reacción de Rusia será proporcional y adecuada a la presencia de la OTAN en los territorios de estos dos estados, a qué tipo de armas se desplegarán», ha dicho en una entrevista con el periódico ruso ‘Izvestia’, sin especificar qué tipo de medidas militares llevará a cabo Moscú, tal y como ha recogido la agencia de noticias TASS.
Matviyenko ha explicado que la entrada de estos países en la OTAN «afectará negativamente» al estado político de Europa y no le agregará «estabilidad», ya que Suecia y Finlandia son países que han demostrado «neutralidad» histórica, un consenso compartido por todos los países europeos.
Asimismo, según la citada agencia, ha argumentado que esta decisión «no es soberana» y que se ha tomado «bajo la presión de Occidente», principalmente de Estados Unidos y los países que conforman la Alianza.
«Se está moviendo muy rápido. En un tema tan serio y significativo. Ni siquiera consideraron necesario realizar un referéndum para pedir la opinión de los ciudadanos de estos países», ha indicado Matviyenko.
«Me entristece que tal decisión de los dos estados pueda conducir a una disminución en el volumen de nuestra interacción y cooperación», ha indicado, agregando que «habrá una oportunidad de reanudar el diálogo» cuando se complete la «operación militar especial».
Pese a las solicitudes remitidas por Suecia y Finlandia, los 30 aliados de la OTAN no han logrado el consenso necesario tras la primera reunión del Consejo Atlántico que ha revisado la candidatura de ambos países escandinavos a entrar en la alianza militar, han confirmado fuentes aliadas a Europa Press.
Los aliados no han dado el visto bueno así a abrir negociaciones con Helsinki y Estocolmo por las reticencias de Turquía, que parece no estar muy dispuesta a dar su visto bueno a esta ampliación, tal y como ha reiterado este mismo miércoles el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien incluso pidió a las delegaciones de ambos países nórdicos que ni se molestaran en intentar convencerles.
Erdogan recrimina a Suecia que se niegue a extraditar a «terroristas», en alusión a personas vinculadas a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). «No nos dan a los terroristas pero piden que les aceptemos en la OTAN», esgrimió en su discurso.
Además de las negativas de extradición, que también se extienden a supuestos aliados del clérigo Fetulá Gulen –acusado del fallido golpe de 2016–, Ankara afea a los dos países nórdicos los embargos armamentísticos impuestos tras la ofensiva militar turca en el norte de Siria.