El Gobierno de Rusia ha destacado este lunes que la entrega de armamento a Ucrania tiene consecuencias «impredecibles» y ha afirmado que «la escalada es el camino más peligroso», en medio del debate sobre la entrega de carros de combate a Kiev para hacer frente a la invasión rusa.
«Hemos dicho en repetidas ocasiones que la escalada es el camino más peligroso y que las consecuencias pueden ser impredecibles», ha indicado el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov. «Nuestras señales no han sido percibidas y los opositores de Rusia siguen subiendo las apuestas», ha agregado.
Así, ha hecho hincapié en que «los objetivos de la operación militar especial serán logrados en cualquier caso y todo el equipamiento militar que está llegando (a Ucrania) a un ritmo acelerado por parte de varias fuentes será aplastado, literalmente», según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
Riabkov ha manifestado que la posibilidad de estas entregas son parte de una guerra híbrida entre Estados Unidos y sus aliados y Rusia, antes de señalar que todo envío de armas desde Washington a Kiev será «pulverizado».
Las palabras del viceministro de Exteriores ruso han llegado un día después de que Viacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal de Rusia, la Cámara Baja del Parlamento ruso, reseñara que entregar armas ofensivas a Kiev conducirá a una «catástrofe global».
Asimismo, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, advirtió la semana pasada de que una derrota de Rusia en la guerra con Ucrania «podría provocar el estallido de una guerra nuclear». «Una derrota por parte de una potencia nuclear en una guerra convencional puede provocar el estallido de una guerra nuclear», sostuvo.