Nació en Arona (Italia) en 1538. Acabados sus estudios de derecho pasó a cardenal, de allí a Secretario de Estado del Papa y finamente a obispo de Milán, donde se entregó con espero a sus fieles.
Su labor supuso una mejora de las costumbres y un incremento de la vida cristiana en su diócesis. Fue uno de los principales promotores del concilio de Trento e intentó poner en práctica todas las importantes reformas allí surgidas. Murió con tan solo 46 años.