El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó este martes que el Consejo de Ministros extraordinario del viernes aprobará la declaración de “zona catastrófica” para las regiones de Aragón y Navarra que están sufriendo grandes inundaciones por la crecida del río Ebro y explicó que así podrán empezar a tramitarse las ayudas públicas para los afectados.
Sánchez hizo este anuncio durante su visita a Zaragoza junto al presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, para comprobar personalmente los daños que está causando el agua y tratar de acallar las críticas de la oposición por no haberse desplazado antes a esta comunidad, como él exigió a Mariano Rajoy cuando estaba en la oposición.
Esta declaración de “zona gravemente afectada por una emergencia de Protección Civil” servirá, según dijo el presidente, para “poner en marcha todos los vehículos que tiene la Administración General del Estado” para ayudar a los damnificados. De hecho, Sánchez justificó su viaje relámpago a Aragón, anunciado esta misma mañana por La Moncloa, para demostrar “que el Estado está aquí para dar respuesta” a sus problemas.
El jefe del Ejecutivo manifestó su “solidaridad” y “empatía” con los vecinos, a la vez que reconoció el trabajo de los empleados y administradores públicos para tratar de que los afectados “recuperen su día a día en el menor tiempo posible” y “podamos dar por resuelta esta crisis”.
Sánchez señaló que es “importante en todas las emergencias que todos nos coordinemos” desde las diferentes administraciones para “anticipar las consecuencias” de estas inundaciones y ser capaces de “responder a cualquier adversidad”.
Finalmente, atribuyó la crecida y el resto de “efectos naturales adversos” que suceden últimamente a la “emergencia climática que vive el planeta en forma de crecidas e inundaciones que de manera súbita”.
Por su parte, el presidente de Aragón alabó que Sánchez “ha cumplido su palabra» porque cuando pasó esto mismo estando en la oposición criticó que Mariano Rajoy no visitara la zona y en los últimos años ha promovido una remodelación del cauce para aportar “inversiones” que hacen que las inundaciones actuales puedan afrontarse con una visión “tranquilizadora” y no haya “catástrofes bastante considerables”.
