El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles que es partidario de que se vote el posible acuerdo que se alcance para resolver el denominado conflicto catalán. A continuación ha añadido sin concretar que deben ser todos los españoles los que decidan «juntos» sobre «lo que tenga que ser España y lo que tenga que ser Cataluña».
«Tenemos que decidirlo entre todos», ha sentenciado durante su turno de réplica en el debate en el Congreso sobre los indultos que el Gobierno concedió hace una semana a los condenados por el procés, en concreto, en respuesta a la diputada de la CUP, Mireia Vehí, que ha vuelto a reclamar un referéndum de autodeterminación.
A este respecto, Sánchez ha querido aclarar que él no ha negado «que la ciudadanía catalana tenga que votar» pero que lo que quiere el Gobierno es un acuerdo, y que «se vote» ese acuerdo. «No que se vote un enfrentamiento. Eso es algo que no podemos aceptar», ha afirmado.
Sánchez se ha dirigido a los independentistas, y también a la derecha, para pedirles que abandonen las posiciones «maximalistas» y poder avanzar así para superar el conflicto. «Es más inteligente hacer política, no instalarse en posiciones maximalistas sino arriesgarse a que a uno le llamen traidor aquellos que se oponen a cualquier tipo de convivencia, de acuerdo y de diálogo», ha respondido al portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
DURO ATAQUE A CASADO
No obstante, a quien más se ha dirigido Sánchez en su réplica –más de media hora– ha sido al líder del PP, Pablo Casado, a quien ha criticado duramente por su postura ante los indultos para los independentistas ante el conflicto catalán en general.
En concreto, le ha acusado de no respetar «ni al Rey», de no representar a los catalanes ni tener una propuesta para solucionar el conflicto y de incumplir «todos los días» la Constitución por «obstaculizar» la renovación de los órganos constitucionales. Además, le ha reprochado la corrupción del PP y la ‘policía patriótica’ de la época de Mariano Rajoy.
A este respecto, ha denunciado el uso de la «infame policía patriótica» por parte del anterior gobierno del PP «para encubrir sus propios delitos mientras fabricaba otros imaginarios contra sus oponentes políticos», en lugar de buscar soluciones para acabar con el conflicto en Cataluña.
En esta línea, el jefe del Ejecutivo ha reprochado al líder del PP que siga sin tener una solución o una propuesta alternativa para Cataluña. «Sentimos bochorno al comprobar el nivel de descaro al que llegaron en el atropello de la ley cuando gobernaban», ha exclamado.
Y ha ido más allá, al señalar a la exsecretaria general del PP María Dolores a Cospedal, imputada en el ‘caso Kitchen’. «No abren ni siquiera expediente a Cospedal. ¿Qué es lo que tienen que ocultar? ¿Qué es lo que temen?», se ha preguntado.
Sánchez ha aprovechado también para echar en cara al PP que «obstaculice» la renovación de los órganos constitucionales y ha advertido de que si «siguen con el bloqueo también en el Tribunal de Cuentas» se podría inferir que Casado preside un partido que «incumple la Constitución todos los días». «La incumplen tanto como dicen defenderla», ha apostillado.
SEÑALA A LA EXMINISTRA DE AZNAR EN EL TRIBUNAL DE CUENTAS
En este punto, ha querido dejar claro el «máximo respeto institucional» del Gobierno al trabajo del Tribunal de Cuentas, ante las peticiones de los independentistas para que intercedan ante las previsibles multas contra más de 40 ex altos cargos de la Generalitat por malversación en su estrategia de acción exterior.
Además, ha recordado que los expedientes todavía no están resueltos, que no cabe por lo tanto posicionarse sobre ellos todavía, y que además esa resolución se podrá recurrir después ante los tribunales; una resolución que resolverá «una exministra del expresidente José María Aznar», en alusión a Margarita Mariscal de Gante, la juez consejera del Departamento Segundo de Enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas al que por turno le correspondió este asunto. «Luego habla de despolitización», ha criticado.
El presidente del Gobierno también ha hecho un repaso de la poca representación que tiene el PP en Cataluña en los ayuntamientos, en el Parlamento regional y la escasez de diputados que representan a Cataluña en el Congreso. Incluso ha señalado que la candidata por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo logró el escaño «por los pelos».
Según Sánchez, el PP utiliza Cataluña «como moneda de cambio para recoger una triste cosecha de votos en el resto de España», aunque ha añadido que «eso aún está por ver que sea así», y le ha espetado a Casado que no representa a los constitucionalistas catalanes porque no tiene ningún proyecto para Cataluña, ni ahora, ni hace 10 años. «¿Cuál es su proyecto, el palo?», le ha preguntado, señalando que había entendido al presidente popular que su propuesta es un 155 «sie die» para Cataluña.
Incluso ha reprochado a Pablo Casado que su partido no respete ni al Rey y le ha acusado de apropiarse de la Constitución. Por ello le ha advertido: «No se apropien de España, de la Constitución, de la Jefatura de Estado, de la bandera o de la razón».
VOX Y EL GENERAL ESPARTERO
Al líder de Vox, Santiago Abascal, Sánchez le ha preguntado si lo que quiere para Cataluña es la misma solución que defendía el General Espartero, sobre «que hay que bombardear Cataluña por el bien de España cada 50 años».
«Restando a los que no piensan como usted, con la complicidad del PP, lo que hacen es reivindicar un pasado que en España nunca regresará», ha avisado, antes de denunciar que Vox no comprende lo que significa la palabra patria, pero sí lo que significa «represión y «privilegios». «Yo no concibo la patria si no estamos todos en ella», ha sentenciado.
Sánchez también ha sido muy duro con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, a quien ha espetado que su intervención ha estado cargada «de nostalgia de lo que fueron y han dejado de ser». «Lamento decirle que España no se va a romper», ha garantizado, antes de señalar que sus diez diputados todavía pueden ser útiles para «el futuro de este país», siempre que no apueste por sumarse a Casado y Abascal.
En su última intervención, Sánchez ha lamentado que en ocasiones el Congreso más que el «templo de la palabra» pareca el «templo de los improperios» y ha aprovechado para reclamar a todos que se tome conciencia de la «gravedad» de la «crisis catalana», aprendiendo las «lecciones» del pasado y que se aborde como un «asunto de Estado» y no desde las «veleidades partidistas». «Si tomamos como un asunto de Estado podremos encontrar una solución que nos satisfaga a todos y salvaguarde la convivencia en Cataluña que no es ni más ni menos que salvaguardar la cohesión territorial en el conjunto del país. Eso es lo que va a hacer el Gobierno de España», ha concluido.