El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reivindicado este lunes el papel que, según él, España puede desempeñar en el mundo por su emplazamiento y también por ser un «país abierto y tolerante» y ha apostado por una política exterior que sea igualmente abierta y transformadora y por la defensa de un sistema multilateral más justo y democrático.
Sánchez ha sido el encargado de inaugurar la Conferencia de Embajadores, la primera desde el año 2008 y que el Ejecutivo quiere que desde ahora tenga carácter anual. En su intervención, ha expuesto a los embajadores –la mayoría de los cuales participan por vía telemática por la pandemia– su visión del mundo, los desafíos y cómo hacerlos frente.
A pesar de los «momentos difíciles, complejos y convulsos» actuales, se ha mostrado «convencido de que los vamos a superar entre otras cosas porque tenemos una sociedad que no se rinde ante las adversidades, que resiste y las supera» y se ha mostrado confiado en que 2021 será «el año de la gran recuperación», en la cual los diplomáticos también están llamados a desempeñar su papel «promoviendo la confianza en España en el mundo».
«España es un país nodal, con capacidad para tejer coaliciones, sinergias con actores muy diversos, que debe ejercer su influencia para liderar iniciativas dentro de la UE como estamos haciendo, reforzar el multilateralismo, e impulsar un modelo que inevitablemente debe ser de mayor justicia social», ha señalado. También, ha añadido, «debemos ser abanderados y estar a la vanguardia de todas las transformaciones que nos van a hacer más competitivos», entre las que ha mencionado la transición digital y ecológica.
Una vez más, el presidente ha hecho una defensa a ultranza del multilatelismo, al tiempo que ha apostado por un mundo multipolar más democrático y ha defendido que pese a que España es un país pequeño por su geografía e historia «ocupa un lugar privilegiado» a nivel mundial. En su opinión, España está llamada a jugar un «papel estratégico, incluso de más peso del que hemos venido jugando» gracias a su pertenencia a la UE y a la comunidad iberoamericana.
Así, ha defendido que la política exterior debe ser «dinámica y adaptada a los nuevos tiempos», a la vez que «transformadora» e «igualitaria» y comprometida con los valores de solidaridad y tolerancia que abraza la mayoría de los españoles. «Me gustaría que este fuera un nuevo periodo dorado, renovado de la diplomacia española, una diplomacia también de la cooperación, eficaz en la mediación y con capacidad reconocida para crear puntos de encuentro y también de entendimiento», ha señalado.
«Confiamos en que 2021 sea el año de la gran recuperación, de la gran trasformación que tenemos que abordar entre todos y también de un gran impulso a nuestra reputación internacional de posicionamiento de nuestro país acorde con la identidad de país abierto, tolerante, plural, democrático y diverso».
ACTOR CLAVE EN LA UE
Sánchez ha desgranado las principales áreas de interés de la política exterior, empezando por la UE, donde ha considerado que «España debe seguir siendo un actor aún más clave», ahora que ha salido Reino Unido, en la respuesta europea a los desafíos actuales y ha puesto en valor recientes acuerdos como el plan de recuperación post-COVID-19 o el que los Veintisiete hayan acordado adquirir las vacunas de forma conjunta e iniciar la vacunación al mismo tiempo.
Además, ha reconocido que la migración será «uno de los debates más importantes» de los próximos años en la UE porque «lógicamente tras la pandemia habrá una intensificación de los flujos migratorios». Sánchez ha insistido al respecto en la necesidad de una política migratoria propia de la UE que conjugue responsabilidad y solidaridad y añada una «perspectiva humanista».
Dentro de la UE, el presidente ha puesto de manifiesto la relación particular con países como Portugal y Francia, como vecinos, así como con Alemania e Italia, con los que ha confiado en que se puedan retomar las cumbres de carácter anual, al tiempo que adelantado planes para reuniones de alto nivel también con Polonia y Rumanía este año. Además, fuera de la UE, ha confirmado que está prevista una cumbre con Turquía y ha reiterado su apoyo al «diálogo constructivo con Ankara», sin dejar de lado la «solidaridad» con Grecia y Chipre.
RELACIÓN CON AMÉRICA LATINA
En lo que se refiere a América Latina, uno de los «pilares» de la proyección exterior de España, ha apostado por seguir estando «en primera línea de la influencia en la región, con el máximo grado de interlocución posible», reforzando las alianzas existentes y desarrollando otras nuevas.
En opinión del jefe del Ejecutivo, España debe «aspirar más que nunca a ser actor indispensalbe, facilitador» y a «mediar e impulsar iniciativas» que ayuden a reforzar el papel de esta región en el mundo y a contribuir a que sea «una región más estable, integrada y próspera, donde se respeten los Derechos Humanos y se defiendan los sistemas democráticos».
Sánchez se ha referido en concreto a Venezuela, cuya situación «sigue siendo una gran preocupación y objeto de atención del Gobierno». El presidente ha sostenido que las elecciones parlamentarias de diciembre «no fueron ni justas ni libres» y ha apostado por «mantener la iniciativa en la búsqueda de la salida a la crisis, relanzando un diálogo que conduzca a la celebración de elecciones» y que «los venezolanos y venezolanas hablen».
Por otra parte, ha hecho mención especial al Magreb, confiando en que este año se puedan celebrar las cumbre previstas con Marruecos y Túnez y resaltando que, al igual que en el caso de América Latina, en la UE se escucha con particular atención la «voz» de España. Además, ha defendido la necesidad de que se relancen las negociaciones para una «solución política justa y duradera» para el Sáhara Occidental.
En lo que se refiere a la relación trasatlántica, ha apostado por aprovechar la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en Estados Unidos y la sintonía con Europa para aunar fuerzas como «poder positivo y transformador en el mundo». También ha apostado por articular «una agenda estratégica» con China en temas de interés común como lo relativo al clima, sin olvidar que el modelo político es diferente y los Derechos Humanos.
GIRA POR ÁFRICA Y VISITA A CHINA E INDIA
Sánchez ha confiado en que, una vez la pandemia lo permita, pueda realizar un viaje a China y también a India, al tiempo que ha anunciado que tiene intención de llevar a cabo una gira por países africanos este año con vistas a «impulsar la presencia española». En su opinión, África representa grandes desafíos pero también oportunidades y ha reconocido que por el momento la presencia española «no está a la altura», aunque ha confiado en esta pueda ser «la década de España en África».
El presidente del Gobierno también se ha referido a Rusia, con quien ha apostado por el equilibrio entre la firmeza y la defensa de los principios e intereses propios, al tiempo que ha tachado de «hecho lamentable» el arresto este domingo a su regreso a Moscú del líder opositor Alexei Navalni.
Por último, respecto a Oriente Próximo, ha recordado que este año se cumplirán 30 años de la Conferencia de Madrid y ha indicado que España «quiere seguir siendo promotor activo, relanzar las negociaciones entre israelíes y palestinos empezando por medidas de reconstrucción de la confianza».