El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acude este miércoles a la cumbre de la UE con los Balcanes celebrada en Eslovenia que juntará a los líderes europeos con sus homólogos balcánicos, incluido Kosovo, en una cita en la que aprovechará para llevar ante los socios comunitarios la escalada del precio de la electricidad.
Sánchez será el primer líder del Ejecutivo que se siente en una cumbre presencial frente a un dirigente de Kosovo, al que España no reconoce su independencia proclamada de forma unilateral de Serbia. Mariano Rajoy abandonó una cumbre similar en Bulgaria en 2018 para evitar el encuentro con el líder kosovar en plena crisis catalana, mientras que la anterior cita con los Balcanes en 2020 se celebró por videoconferencia por la expansión del coronavirus.
España da por superada esa situación, después de apoyar el diálogo entre Serbia y Kosovo, con el que la UE aspira a la normalización de las relaciones, y de que se hayan producido hasta choques deportivos, como partidos de fútbol en el marco de la clasificación para el Mundial de Qatar de 2022. Por ello exhibe mayor pragmatismo y defiende que su participación en la cumbre UE-Balcanes no implica reconocimiento oficial.
Eso sí, en la cita de Eslovenia se suprimirán las banderas y símbolos nacionales y tampoco se hará alusión al cargo de primer ministro de Albin Kurti, para no interferir con la política de no reconocimiento de España, Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia. En Madrid muestran su satisfacción con la sensibilidad con la que el país anfitrión ha tratado el tema y se espera se garantice la misma neutralidad que se logró en la anterior cita por videoconferencia que organizó Croacia.
Tras la reunión con Albania, Macedonia del Norte, Montenegro, Bosnia Herzegovina, Montenegro y Kosovo se espera una declaración conjunta de los Veintisiete que marque la línea a seguir con los retos compartidos en la región, que el bloque europeo considera fundamental por cuestiones geopolíticas y para la estabilidad de su vecindario. A esta hora la discusión en el seno de la UE se centra en cómo referirse a la aspiración comunitaria de los países Balcánicos y si debe haber mención explícita a la adhesión de los países balcánicos, la mayoría candidatos a ingresar en el bloque.
SÁNCHEZ LLEVARÁ EL PRECIO DE LA LUZ
Para el martes, está prevista una cena informal del Consejo Europeo en la que Sánchez pondrá sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE el auge de los precios de la energía. Fuentes oficiales aseguran que se espera que otros líderes se sumen a Sánchez y hagan mención a esta cuestión cuando se discuta sobre la autonomía estratégica del bloque.
En todo caso, la escalada de precios será uno de los asuntos que centre la atención en la próxima cumbre ordinaria de finales de mes en Bruselas. La Comisión Europea ha prometido para entonces un documento con orientaciones para que los Estados miembros puedan responder a la situación pero siempre respetando la normativa actual, por lo que descarta en el corto plazo reformas de calado como las que plantea el Gobierno español.
Una vez acabe la cumbre en Eslovenia, Sánchez aprovechará para desplazarse a la vecina Croacia, en una visita oficial de tan solo unas horas, pero que servirá para entrevistarse con el presidente croata, Zoran Milanovic, y el primer ministro, Andrej Plenkovic. Se trata del primer viaje de un presidente español al país balcánico.