El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viaja este miércoles a Rabat para una cumbre con Marruecos que debe sentar las bases de una nueva relación entre los dos países en la que las crisis periódicas sean cosa del pasado.
Desde el Gobierno no dudan en tachar de histórica la cita, que llega después de ocho años sin una Reunión de Alto Nivel (RAN), y ensalzan el camino recorrido en el último año, después de que la carta de Sánchez respaldando el plan de autonomía marroquí para el Sáhara como «la base más sólida, creíble y realista» para resolver el conflicto permitiera cerrar una de las crisis bilaterales más graves hasta ahora.
La cita de este jueves permitirá repasar los avances logrados en los objetivos que se marcaron ambos gobiernos en la declaración del 7 de abril tras el encuentro entre Sánchez y el rey Mohamed VI, pero sobre todo sentar unas bases sólidas en la relación que permitan que las recurrentes crisis queden en el olvido.
El objetivo, dijo este lunes el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, es evitar «esas crisis que España y Marruecos parecía que tenían cada ‘x’ años». En este sentido, fuentes gubernamentales destacan que al contrario de lo que ocurría antes, ahora cada vez que surge un «irritante» en el horizonte, se descuelga el teléfono y se habla con la otra parte, ya que existe una comunicación permanente y se tratan los asuntos con sinceridad.
El principal ‘irritante’ en la relación con Marruecos ha sido siempre la cuestión del Sáhara. Fue precisamente la postura española hacia la que fue su antigua colonia la que propició la última crisis diplomática, a lo que se sumó la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por España.
El cambio de postura de Sánchez, llegando más lejos de lo que lo han hecho otros países como Francia, que también tiene una relación histórica con Marruecos, ha dejado esta cuestión en un segundo plano y de hecho Rabat viene llevando a cabo una intensa labor diplomática para que otros países sigan los pasos del Gobierno español.
ESPAÑOLIDAD DE CEUTA Y MELILLA
Otro de los puntos de discordia periódicos con Rabat es el de la españolidad de Ceuta y Melilla. El anterior primer ministro marroquí, Salahedin el Othamani, señaló en diciembre de 2020 que una vez resuelta la cuestión del Sáhara sería el siguiente tema a abordar. Sin embargo, en el Gobierno esgrimen que no es algo que se deba tratar con Marruecos, ya que la soberanía de ambas ciudades autónomas está fuera de toda duda.
«A mí no me tiene que certificar ningún país la españolidad de Ceuta y Melilla ni la de Valladolid, Barcelona o Santiago de Compostela, son españolas, punto», señaló tajante este lunes Albares al ser preguntado si esto quedaría así recogido en la declaración conjunta que se firmará durante la cumbre.
En este sentido, desde Moncloa inciden en que la reapertura de las fronteras terrestres con las dos ciudades autónomas y la apertura de una nueva aduana en Ceuta, donde no existía, y la reapertura de la de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018, viene a ser un reconocimiento de la españolidad de ambas, puesto que solo hay fronteras con terceros países.
SIN MINISTROS DE PODEMOS
Ambas cuestiones no figurarán pues en la agenda de la XII RAN, a la que Sánchez acudirá acompañado por doce ministros, ninguno de Unidas Podemos, como ya habían adelantado estos cuando se conoció la fecha de la cita, haciendo ver así su malestar por la postura del presidente respecto al Sáhara.
Aunque Albares dijo que a Rabat irían los ministros que tuvieran temas que tratar con sus homólogos marroquíes, fuentes gubernamentales señalan que en caso de que alguno de los alrededor de 20 acuerdos que se sellarán en la reunión afecte a la cartera de un ministro que no esté presente, el ministro de Exteriores tiene plena potestad para suscribirlo en su nombre.
A la cumbre acudirán la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la tercera, Teresa Ribera, así como los titulares de Exteriores, José Manuel Albares; de Justicia, Pilar Llop, de Interior, Fernando Grande-Marlaska; de Transporte, Raquel Sánchez; de Educación, Pilar Alegría; de Comercio e Industria, Reyes Maroto; de Agricultura y Pesca, Luis Planas; de Cultura, Miquel Iceta; de Ciencia, Diana Morant; y de Inclusión, José Luis Escrivá.
Nunca antes habían acudido tantos ministros a una cumbre de este tipo y nunca hasta ahora se habían firmado tantos acuerdos, lo que pone de manifiesto la profundidad de la relación y la voluntad de los dos países de colaborar en un gran abanico de cuestiones, reivindican desde el Gobierno, más allá de la excelente cooperación que ha habido por ejemplo tradicionalmente en materia de seguridad y que ha permitido en la última década con 279 operaciones conjuntas y 497 personas susceptibles de representar una amenaza detenidas.
BONDADES DE LA NUEVA RELACIÓN
El propio Sánchez se ha encargado de loar las bondades de la nueva etapa en la relación con Marruecos, destacando sobre todo la reducción de las llegadas de inmigrantes a las costas de Canarias y de Andalucía, en torno al 30%, en un momento en que el resto de rutas hacia Europa experimentan incrementos. Respecto a esta cuestión, no están previstos nuevos acuerdos en la RAN, dado que la cooperación ya es muy estrecha.
Otro de los grandes hitos ha sido el que el volumen comercial superara en 2022 los 10.000 millones, tras aumentar un 30%. En este sentido, en el Gobierno sí ven opciones de mejora y por ello confían en que la nueva relación se traduzca también en nuevas oportunidades para las empresas españolas en algunos de los proyectos que Marruecos tiene sobre la mesa, sobre todo de infraestructuras, ya que hasta ahora habían quedado al margen.
Precisamente, antes de la cumbre del jueves, Sánchez y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, serán los encargados de clausurar el miércoles por la tarde el foro empresarial que ha organizado la patronal marroquí junto con la CEOE y la Cámara de Comercio española, cuyos presidentes, Antonio Garamenti y José Luis Bonet, participarán al igual que la ministra Maroto.
Además, entre los acuerdos que se suscribirán figura un nuevo protocolo financiero que tomará el relevo del de 2008 y que estará dotado de 800 millones de euros, el doble que el anterior. Con él, el Gobierno, a través del Ministerio de Comercio, ayudará a financiar proyectos de empresas españolas, tanto grandes como pymes, en Marruecos.
Por otra parte, se prevé que ambos gobiernos acuerden el calendario para la apertura de las aduanas en Ceuta y Melilla para que el comercio pueda llevarse a cabo con todas las garantías, ya que el viernes pasado lo que se llevó a cabo fue una prueba piloto para probar todos los sistemas, ya que en el caso de Ceuta no había una instalación previa.
Está por ver también si el presidente del Gobierno es recibido por el rey Mohamed VI, quien fue el que le invitó personalmente a visitarle en abril. Entonces, Sánchez, junto con Albares, asistió al ‘iftar’, la cena con la que los musulmanes rompen el ayuno en el Ramadán.
Cabe esperar, sin embargo, que ese encuentro se produzca, máxime cuando el monarca alauí envió un mensaje este lunes al Rey Felipe VI para felicitarle por su 55 cumpleaños. En él, expresó su «firme determinación» de trabajar junto a Felipe VI para «fortalecer» las relaciones y «elevar la cooperación bilateral al nivel de las aspiraciones de dos pueblos amigos».