El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su homólogo alemán, Olaf Scholz, han reclamado la construcción del gasoducto Midcat para que esté operativo en el año 2025. Además, han instado a todas las partes involucradas a negociar. De este modo han elevado la presión sobre el presidente de Francia, Emmanuel Macron, principal detractor del proyecto.
En el plan de acción conjunto que han firmado ambos países, al que ha tenido acceso Europa Press, señalan que la construcción de un gasoducto que cruce los Pirineos es de «crucial importancia» y mencionan el año 2025 como la fecha en la que debería estar en funcionamiento.
Así, destacan que este es el modo de lograr un «verdadero y robusto» mercado interno de la energía en la Unión Europea, acelerar la transición verde y reforzar la autonomía estratégica de la UE. «Las necesarias conversaciones deben incluir a todas las partes involucradas, además de la Comisión Europea», indica el texto.
En este sentido, añaden que seguirán presionando para aumentar la interconexión energética de la península Ibérica con el resto de Europa para aumentar su contribución a la seguridad del suministro en toda la Unión Europea. En este punto mencionan que esta infraestructura es relevante para la interconexión eléctrica y especialmente para transportar hidrógeno verde.
Sánchez y Scholz han firmado este documento en la XXV cumbre hispano-alemana que se celebra este miércoles en La Coruña y que venía muy marcada por el tema energético y la posición común que ambos mantienen a favor del gasoducto Midcat.
SÁNCHEZ RECUERDA SUS COMPROMISOS A MACRON
En la rueda de prensa posterior a las reuniones, Sánchez ha recordado a Macron los compromisos adquiridos sobre interconexiones energéticas tanto en 2015 como en 2018 y ha recalcado que fueron asumidos por todos los países. Así, ha subrayado que, según esos acuerdos, España tendría que tener una interconexión de más del 10% en la actualidad y apenas supera el 3%.
Además, ha defendido que una mayor conexión de la península ibérica con el resto de Europa es bueno también para Francia, Alemania y el resto del continente porque aportaría más «tranquilidad» y «más alternativas energéticas».
En la misma línea ha asegurado que España busca convertirse en una potencia exportadora de hidrógeno verde y ser capaz de producir el 10% de toda Europa en el año 2030. Por tanto, ha subrayado que no se trata de una cuestión bilateral entre Madrid y París sino un «compromiso europeo» y que si se consigue entender en esos términos se encontrará una solución «más adecuada y rápida», ha añadido.
ESTAMOS FUERA DE TIEMPO
«Estamos fuera de tiempo», ha urgido Sánchez en un mensaje especialmente dirigido a Macron, al tiempo que ha señalado la importancia de la celeridad y de una respuesta «contundente», en este asunto.
En la misma línea, Olaf Scholz ha reclamado que hacen falta más interconexiones y que es posible que en este momento alguna no sea rentable pero es mejor tenerlas para poder ayudarse puntualmente en el actual contexto de crisis energética.
Además, ha indicado que van a tratar el tema de manera «amistosa» con Francia y que tiene la impresión de que este asunto no ha quedado excluido, al ser preguntado por la conversación que tuvo esta misma semana con el presidente galo.
SCHOLZ DEFIENDE SUS AYUDAS
Por otro lado, al ser preguntado por el paquete de ayudas de 200.000 millones de euros para paliar la subida del precio de la energía que ha sido aprobado por Alemania, Sánchez ha respondido que es «empático» con la situación que vive el país y el impacto de la crisis en los hogares y la industria pero ha pedido proteger el mercado único.
Sánchez se ha expresado así al ser cuestionado sobre la posibilidad de que el paquete de medidas alemán debilite el mercado europeo por la gran cantidad de dinero público que se va a inyectar en un país rico como Alemania.
El presidente ha puntualizado que se trata de la principal economía del continente y por tanto a todos los países les interesa que a Alemania le vaya bien, pero ha reiterado su punto de vista al pedir que las medidas que se apliquen velen por el buen funcionamiento del mercado único, «una de las principales conquistas» de la integración europea, según ha indicado.
De su lado, el canciller alemán ha defendido su paquete de ayuda, que busca aliviar a familias e industrias la subida del precio de la energía, mientras los precios no bajen lo suficiente por sí mismos y ha respondido que hay otros países en la UE y fuera –entre ellos España, según ha mencionado– , que han desplegado acciones similares.
Para Scholz, es un conjunto de medidas adecuado «teniendo en cuenta el tamaño de la economía alemana», ha defendido y ha reiterado que su objetivo es compartido por todos, es decir, lograr que bajen los precios.