Cientos de niños, niñas y adolescentes migrantes y refugiados que viajan solos por Europa «sufren abusos, se enfrentan a una violencia sin precedentes o son rechazados ilegalmente en las fronteras», a pesar de ser menores de edad, según Save the Children.
La organización presentó este jueves su nuevo informe con motivo de la celebración, este domingo, del Día Mundial del Refugiado. El trabajo señala que los niños se «están desplazando a pie, escondiéndose bajo camiones y en trenes o son transportados por traficantes a través de bosques y montañas», como sucede en el «paso de la muerte», entre Italia y Francia, que cruzan a menudo de noche.
Save the Children documenta numerosas historias de menores no acompañados y familias que «han sufrido atrocidades o las han presenciado», sobre todo a lo largo de la ruta de los Balcanes.
Según sus relatos, niños y niñas han sido robados, golpeados, obligados a desvestirse, detenidos y sometidos a todo tipo de violencia, agresiones que figuran en el nuevo informe ‘Nascosti in piena vista’ (Oculto a la vista).
El trabajo se basa en entrevistas con niños y niñas migrantes y refugiados en Italia y en la experiencia de otras organizaciones que los apoyan a lo largo de la ruta en los pasos fronterizos italianos en Oulx, Ventimiglia, Udine y Trieste.
En su camino a Europa y a través de los Balcanes, los menores contaron cómo están constantemente expuestos al riesgo de accidentes, tráfico de personas, abuso psicológico y físico, también por parte de instituciones que deberían estar allí para protegerlos. Una vez en Italia, tanto ellos como sus familias continúan siendo rechazados en las fronteras con Francia, algo que es ilegal cuando se trata de menores no acompañados.
Save the Children exigió que la protección de los derechos de los niños migrantes y refugiados sea “una prioridad”, de cara al Consejo Europeo de los días 24 y 25 de junio, donde se abordará la situación migratoria actual,.
También pidió a Europa que proteja a los niños migrantes y refugiados de la violencia y otras formas de abuso, e instó a los países y a las instituciones europeas a garantizar un «control eficaz e independiente de las fronteras».