El descubrimiento del asteroide (945) Barcelona, el tercero de los once que descubrió el astrónomo y divulgador científico Josep Comas i Solà, cumple este miércoles 100 años, según ha explicado el director del Observatori Fabra, el astrónomo Jorge Núñez, en una entrevista de Europa Press.
Núñez ha explicado que los asteroides son pequeños planetas que suelen estar más o menos en el plano de la eclíptica –el círculo que aparentemente recorre el Sol durante el año–, pero ha añadido que algunos se desvían, como es el caso del asteroide Barcelona, que tiene una inclinación orbital «un tanto peculiar», de 32,9 grados.
Comas i Solà (1868-1937) fue un barcelonés muy popular y muy ligado a la ciudad: fue miembro de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona, director del Observatori Fabra y tenía una columna en ‘La Vanguardia’ que «le daba muchísima visibilidad».
UN OBSERVADOR EXTRAORDINARIO
Núñez ha destacado su faceta de observador más que la de científico: «Como científico era un poco atrevido y se ponía a discutir cosas sin saber muy bien de lo que hablaba», ha dicho, pero ha añadido que como observador tenía una agudeza visual extraordinaria y mucha paciencia, que es lo que se necesita para descubrir un asteroide.
Considera que su descubrimiento más importante fue el de la atmósfera del satélite Titán, el mayor de los satélites de Saturno, en el año 1907 con el telescopio del Observatori Fabra: «He trabajado miles de horas con ese telescopio, y siempre que me pongo, pienso: ¿cómo es posible que pudiese descubrir esa atmósfera en ese cuerpo tan lejano?».
ENTRE MARTE Y JÚPITER
(945) Barcelona se encuentra en el llamado cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, y Núñez ha explicado que la teoría más respaldada para explicar por qué están esos asteroides allí es que en esa zona tendría que haber habido un planeta que no llegó a formarse: «En el caso de que se hubiera formado, hubiera barrido toda su zona y habría capturado a los demás, pero eso no sucedió».
El número 945 corresponde al orden en el que fue descubierto –aunque hay que esperar a que se haya completado un periodo orbital y se haya observado varios días para numerarlo y bautizarlo–, lo que indica que cuando Comas i Solà descubrió Barcelona todavía no se había llegado al millar de asteroides descubiertos, mientras que ahora ya hay cientos de miles.
CÓMO DESCUBRIR UN ASTEROIDE
Núñez ha explicado que la técnica para descubrir un asteroide es prácticamente la misma ahora que hace 100 años: hay que hacer una ráfaga de fotografías del cielo, en la eclíptica en la que se espera que haya asteroides, y todo lo que quede en el mismo sitio serán estrellas y lo que se haya movido será un cuerpo móvil, es decir, un asteroide.
El Observatori Fabra ha descubierto un total de doce asteroides, siendo once de ellos los descubiertos por Comas i Solà, mientras que el último fue descubierto por el astrónomo Isidre Pòlit en 1941 y se bautizó en 2017 con el nombre (4298) Jorgenúnez, en honor al actual director del Observatori Fabra.
Núñez comparte espacio con otros catalanes, como el músico Pau Casals y el artista Salvador Dalí, que tienen también un asteroide con su nombre –(39549) Casals y (2919) Dali–, así como con los otros diez asteroides que descubrió Comas i Solà: (804) Hispania, (925) Alphonsina, (986) Amelia, (1102) Pepita, (1117) Reginita, (1136) Mercedes, (1188) Gothlandia, (1626) Sadeya, (1655) Comas Solá y (1708) Polit.