El próximo 25 de diciembre se cumplen 66 años del primer bebé con talidomida, una hija de un trabajador de Grünenthal, el laboratorio alemán que comercializó este fármaco.
El 25 de diciembre de 1956, en la ciudad alemana de Stolberg (Colonia), nació la primera niña con malformaciones debidas a la ingesta por su madre de talidomida. Su padre era trabajador de Grünenthal, la farmacéutica alemana que había descubierto el principio activo en abril de 1954.
La esposa embarazada de este trabajador había tomado las pastillas que Grünenthal había repartido como muestra entre sus empleados. En aquella época, aún antes de que la talidomida fuera comercializada, no se podía sospechar que los daños que sufrió el bebé estuvieran relacionados con el medicamento.
Sin embargo, tras su introducción en el mercado, se produjo un aumento de niños nacidos con graves alteraciones genéticas, como la ausencia o reducción de extremidades, malformaciones de órganos internos, alteraciones auriculares y visuales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que entre 1956 y 1962 nacieron más de diez mil niños con malformaciones graves (la llamada ‘generación talidomida’) en 46 países.
La talidomida se presentó como un tranquilizante sin receta, bajo el nombre comercial de ‘Contergan’, y se vendió como una medicina para combatir el insomnio y las náuseas y mareos en embarazadas, sin los efectos adversos de los barbitúricos. Se convirtió rápidamente en el tranquilizante más vendido en Alemania.
Sin embargo, a lo largo de 1960 y 1961 aparecieron indicios de la relación causal entre el consumo de talidomida durante el embarazo y las malformaciones graves. El 10 de noviembre de 1960, Estados Unidos denegó la petición de comercialización de la talidomida debido a los efectos que podía tener sobre el feto. Un año más tarde, el 27 de noviembre de 1961, la talidomida fue retirada del mercado en Alemania, Reino Unido y Australia.
En total, la talidomida se vendió en más de 40 países bajo más de sesenta nombres comerciales diferentes. En España, se distribuyó y comercializó a través de tres laboratorios farmacéuticos autorizados por la Dirección General de Sanidad durante 1959, hasta que el 18 de mayo de 1962 fue prohibida su venta por orden ministerial.
Aun así, a pesar de que el Colegio de Farmacéuticos ordenó la retirada de la circulación de productos con talidomida, algunas personas seguían teniendo acceso al medicamento, por lo que se produjeron afecciones por talidomida hasta 1965.
En España, incluso el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha reconocido como afectados a miembros de la Asociación de Víctimas de la Talidomida de España (AVITE) cuyas fechas de nacimiento son anteriores a 1956, años antes de la fecha oficial de ese primer nacido en Alemania en 1956.
Los problemas causados por la talidomida han tenido soluciones muy diferentes en distintos países. En Alemania, por ejemplo, se iniciaron procesos legales contra nueve responsables de la empresa Grünenthal el 27 de mayo de 1968, pero fueron archivados sin condena alguna el 18 de diciembre de 1970, con el apoyo de la Fiscalía. Además, en la resolución judicial se estableció la inmunidad de Grünenthal frente a futuras demandas judiciales.
En noviembre de 1972, se creó la Fundación Contergan para personas afectadas como resultado de un acuerdo entre el Gobierno alemán y Grünenthal, con el objetivo de proporcionar indemnizaciones. En 2009, la compañía hizo una nueva transferencia de fondos a la Fundación para seguir brindando ayuda económica.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
En España, el Real Decreto con las ayudas que preparó el Ministerio de Sanidad en 2018 «sigue en el congelador del Palacio de la Moncloa sin aprobarse por el Consejo de Ministros», según ha denunciado AVITE.
Para la asociación, la «única solución viable y de urgencia» que queda para «zanjar este tema de una vez en España» es la aprobación de un Decreto Ley Urgente, y con ello «cumplir» el carácter de urgencia que hablaba la Ley 6/2018, de 3 de julio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2018 y el borrador del Real Decreto de las ayudas preparado desde 2018, que «se resisten a llevar a Consejo de Ministros para aprobarlo».
AVITE solicitó una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para abordar la falta de presupuesto de sus indemnizaciones. Esta reunión, pedida por el presidente de AVITE, José Riquelme, se pretendía producir con motivo de la visita de Sánchez el 19 de diciembre a la inauguración de la llegada del AVE a Murcia, a escasos 7 kilómetros de la sede de AVITE en Alcantarilla.
Sin embargo, el Ejecutivo ha contestado a los talidomídicos, a través de una carta, que el jefe del Gobierno no podrá reunirse con ellos debido «a la agenda que hay marcada» para el encuentro.
«Siendo sinceros, no nos sorprende en absoluto, y no esperábamos otra cosa, pero teníamos que intentarlo. Una vez más, el presidente del Gobierno ha quedado retratado con los afectados de talidomida españoles», ha lamentado la asociación en un comunicado.