El pleno del Parlamento Europeo votará este mediodía la destitución como vicepresidenta de la cámara de la socialista griega Eva Kaili, detenida en Bélgica por su presunta implicación en una trama de corrupción que implica el pago de sobornos por parte de Qatar para ganar influencia en la toma de decisiones políticas y económicas en la institución europea.
Así lo ha anunciado la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, en una intervención extraordinaria durante la sesión plenaria que se celebra en Estrasburgo (Francia) para informar a los eurodiputados de la activación del proceso para despojar del cargo de vicepresidenta a Kaili.
De acuerdo a las reglas del Parlamento Europeo, la destitución de cualquiera de sus catorce vicepresidentes debe realizarse siguiendo un proceso en dos fases y que recoge el artículo 21 del reglamento de funcionamiento de la institución.
El primer paso lo han cumplido a primera hora de este martes los líderes de grupo de todos los grupos con representación en la Eurocámara al acordar «por unanimidad» en una reunión extraordinaria de la Conferencia de Presidentes solicitar a la Cámara la destitución de la vicepresidenta socialista griega.
La votación tendrá lugar al mediodía y para que salga adelante deberá contar con el apoyo mayoritario de dos tercios de los votos expresados en la sesión. Metsola ya decidió durante el fin de semana suspender con carácter inmediato todos los poderes, deberes y funciones de representación como presidenta, pero no pudo proceder a su destitución porque éste es un poder que compete en exclusiva al pleno de la Eurocámara.
Con todo, esta decisión no impide que Kaili siga ocupando su escaño como eurodiputada a pesar de estar detenida, a la espera de comparecer ante el tribunal este miércoles. La inmunidad parlamentaria que protege a los eurodiputados, no obstante, no impidió su detención durante el fin de semana porque tal protección queda en suspenso si las autoridades actúan ante un «flagrante delito».
Desde el pasado viernes, la Policía belga ha realizado una veintena de registros, principalmente en despachos de la sede del Parlamento Europeo en Bruselas pero también en el domicilio de varios eurodiputados. En la vivienda de Kaili las autoridades se incautaron de unos 600.000 millones de euros en efectivo.