Teníamos muchas ganas de que llegara Hellblade II. La continuación de la historia de Senua y su enfermedad mental nos ha cautivado. La primera entrega fue una sorpresa total que nos encantó. Ahora llega la segunda parte de la mano de Ninja Theory y Microsoft. Este es un juego que no tiene nada que envidiar a cualquier superproducción cinematográfica y que pone de manifiesto algo de lo que parece tabú, la salud mental.
Nos reencontramos con Senua en Hellblade II tras lo sucedido en la primera entrega. El título al inicio nos va a hacer un resumen del viaje de nuestra protagonista hasta llegar al momento actual. Y sin querer entrar en spoilers, hacia dónde le lleva su nuevo objetivo, enrolada como esclava en un barco. El barco lleva rumbo hacia los autores que cometieron la masacre de su gente. Y su meta en este segundo título es acabar con todos ellos.
En este Hellblade 2, Senua sigue sufriendo su psicosis, de hecho, en el menú inicial hay un documental de unos 20 minutos que nos habla de ella. La verdad es que la salud mental apenas se ha tocado en los videojuegos. Y es una gran oportunidad para darle visibilidad y saber qué siente un paciente con un brote de esquizofrenia y cómo ve el mundo. Y nosotros, en el juego tendremos sus voces y visiones permanentemente en nuestra cabeza.
Hellblade II continua el viaje de Senua
Senua debe convivir con ello, aceptarlo y seguir adelante con su objetivo. El juego se centra más en la historia y no ya tanto en la enfermedad de nuestra protagonista. Aún así, como decíamos, en Hellblade II, las voces estarán permanentemente haciendo comentarios sobre lo que va sucediendo. Es algo que, a veces, agota mentalmente al jugar. Y así es como se debe sentir Senua, sin estar en silencio en su interior en ningún momento.
Otra de las cosas que tiene Hellblade II es su oscuridad. Es un juego bastante gore, oscuro y angustioso. Personalmente nos ha recordado a la sensación de leer Canción de Hielo y Fuego donde no había ningún momento reconfortante, todo era desagradable y no había nada colorido. El inicio del título es así aunque luego sí que contrastará todo lo oscuro con momentos de paisajes preciosos.
Y nos parece que está hecho de una manera muy fiel a lo que Senua debe sentir. Un mundo oprimente que no te deja respirar en donde a cada momento, te puede salir algo más horrible que lo anterior. Por eso es un juego que se disfruta tanto, porque hay que luchar, seguir adelante, aguantar a las voces, a las visiones, con un objetivo más amplio. La ambientación de Hellblade II lo borda.
La psicosis siempre presente
Los escenarios no dejan demasiada libertad para explorar, los caminos están bastante determinados. Esto nos permite que la historia de Hellblade II tenga un ritmo de historia bastante alto y bueno. Nos engancha desde un principio y nos encandila. Como decíamos antes, parece una película por sus escenas cinematográficas. Y es impresionante en algunos momentos.
En la parte jugable Hellblade II es más y mejor de lo que nos encontrábamos en la primera entrega. Combates muy satisfactorios y puzles interesantes que nos dejarán pensando. Tendremos que completar símbolos colocándonos en un puntos de vista adecuado para verlos, conseguir unas esferas y llevarlas a su pilar. Son interesantes y nos desbloquearán el camino para seguir avanzando.
En cuanto al combate, tenemos varios enemigos con los que acabar con combos de golpes rápidos o fuertes. Nosotros para defendernos tendremos la posibilidad de esquivar o de bloquear los ataques y hacer contraataques. Es un sistema sencillo pero hay que tomar con calma los combates y saber cuando ir a la defensiva o cuando pasar a tomar la iniciativa. Al final es satisfactorio acabar con los enemigos de maneras tan gores en Hellblade II.
Muchos puzles y dificultad dinámica
La dificultad del juego se puede poner en tres niveles que no cambian de más sencillo a más complicado. Pero hemos optado por colocar la cuarta opción, la dinámica, que es una de las novedades. Hellblade II va adaptando lo complicado que son los enemigos o los puzles según vaya siendo nuestra habilidad. Esto permite que este título sea redondo hasta en este sentido en donde, si hay algo más complicado, lo deja algo más asequible.
Gráficamente Hellblade II alcanza la excelencia con Senua en pantalla y su mundo. Los escenarios y los enemigos son increíbles y los detalles de la protagonista nos dejan sin palabras, rozando el realismo. De lo mejor que hemos visto en Xbox Series. Muy fluido y sin tirones. Se acompaña de una magistral banda sonora y unas voces que te ponen los pelos de punta. Tirón de orejas por no estar doblado al español, aunque los subtítulos en nuestro idioma sí que está.
Sin duda que Hellblade II se ha convertido en un imprescindible para todo el que tenga una Xbox Series en casa. Además, desde el día 1 se puede jugar mediante suscripción a Game Pass Ultimate, algo que hace que llegue a más público todavía. Este es uno de los juegos del año y otro de los candidatos al GOTY sin duda alguna. Un juego redondo en prácticamente todos los aspectos y un espectáculo visual que te dejará con la boca abierta.