Cinco bares musicales de Sitges (Barcelona) han empezado casi a medianoche el primer ensayo clínico en el ocio nocturno de Cataluña, que reúne a unas 400 personas con mascarilla y sin distancia social en el marco de una eventual reapertura del sector durante la pandemia de Covid-19.
Desde las 23.30 hasta las 3 horas, los participantes están en un espacio perimetrado de la calle Primer de Maig –conocida como ‘la calle del Pecado’– y se les permite beber alcohol y fumar fuera de los establecimientos, así como la libre movilidad entre los bares que participan sin límite de aforo en los locales.
Tres horas antes del inicio de la prueba, los asistentes se han sometido a un test de antígenos rápido (TAR), y se someterán a otro TAR cinco días después para que los investigadores comprueben la tasa de incidencia del virus.