La selección española masculina de fútbol tendrá la obligación de ganar este martes a Portugal en el Estadio Municipal de Braga (20.45 horas/La1) si quiere repetir presencia en la ‘Final a Cuatro’ de la Liga de Naciones, en lo que será además un buen examen antes del Mundial de Catar y para mejorar su imagen del pasado sábado ante Suiza.
España sigue dependiendo de sí mismo para estar entre los cuatro combinados nacionales que se jugarán en 2023 la tercera edición de este título, aunque ha añadido algo de dificultad a este objetivo ya que ahora todo pasa por sumar los tres puntos después de su sonoro traspié en La Romareda.
El equipo que dirige Luis Enrique Martínez no estuvo a un buen nivel y se encontró maniatada durante casi todo el partido por una Suiza que sacó petróleo al balón parado para llevarse la victoria de Zaragoza (1-2) y permitir que los de Fernando Santos, con su goleada a domicilio ante la República Checa (0-4), llegase por delante a esta última jornada con dos puntos de ventaja y con el ánimo más elevado.
«El partido real para preparar el Mundial de Catar y enfrentarnos a la exigencia máxima es el del Portugal. Arriesgaremos como arriesgamos siempre», advirtió el seleccionador español tras la derrota ante los de Murat Yakin, de la que no quiso dramatizar demasiado otorgando sobre todo el mérito a su rival.
La triple campeona de Europa no dejó una buena imagen sobre todo en los primeros 45 minutos, en los que apenas inquietó a Yan Sommer y su mejora tras el descanso no fue suficiente. Empató, pero la alegría le duró muy poco en otro saque de esquino donde no estuvo atenta a nivel defensivo.
La derrota exige más a España en Braga en cuanto al número de puntos a conseguir y por tener que hacerlo a domicilio, donde más le suele costar, pero no hace cambiar su planteamiento habitual. Será fiel a su estilo en busca de resquebrajar la solidez a los ‘tugas’, un rival también bastante conocido con el que se medirá por cuarta vez estos dos últimos años en un choque que se presume tan igualado como los anteriores y que en caso de solventarlo con victoria significaría un buen refuerzo para la Copa del Mundo.
Así, tres empates, y sólo dos goles anotados, en el 1-1 del pasado mes de junio del Benito Villamarín, demuestran la actual tremenda igualdad entre los dos países vecinos, amigos también en busca de albergar en 2030 la Copa del Mundo y que buscan su segunda presencia en la ‘F4’ de la Liga de Naciones ya que los de Fernando Santos fueron campeones en su primera edición.
Luis Enrique moverá seguramente su once respecto al del pasado sábado con el objetivo de intentar hacer daño a un rival con mucho poderío físico en el medio y atrás y un teórico mayo nivel técnico en su parte ofensiva por la presencia de jugadores como Bruno Fernandes, Bernardo Silva, Rafael Leao o un Cristiano Ronaldo más motivado con su selección que con el Manchester United.
POSIBLES ROTACIONES EN AMBOS LADOS
El asturiano advirtió en la previa que les faltó más precisión en el último tercio ante los suizos y podría meter cambios en el centro del campo y en la parte ofensiva, sobre todo con la entrada de un ‘9’ más clásico como Álvaro Morata, que no disputó ni un minuto en La Romareda, o Borja Iglesias. Esto podría desplazar a un costado a Marco Asensio, elegido la principal referencia ofensiva el sábado, mientras que Pablo Sarabia, Ferran Torres, Nico Williams y Yéremi Pino, este recuperado del golpe sufrido, pelean por un puesto.
En el centro del campo, Luis Enrique también podría hacer varios cambios para mejorar tanto en los metros finales como para contener a los locales. Rodri, Koke y Carlos Soler podrían ser las novedades para una zona donde únicamente se podría mantener Pedri González, mientras que atrás las novedades podrían ser en los laterales con las entradas de refresco de Dani Carvajal y de José Luis Gayà.
Por su parte, Fernando Santos afronta este partido decisivo con algo más de margen ya que antes del pitido inicial tiene un pie ya metido en la ‘Final a Cuatro’ y sabe que puede jugar con la baza del empate. Además, el ánimo en su vestuario es algo más elevado gracias a la buena goleada ante la República Checa.
El técnico portugués tiene a todos sus jugadores disponibles y también podría hacer algún cambio en su último once en busca de reforzar su físico para controlar el juego de posesión del combinado español y tratar de sorprenderle al contragolpe.