‘Y ahora Sonsoles’ ha sacado a relucir el carácter de Sonsoles Ónega (45 años). La presentadora se siente muy cómoda con su nuevo equipo y eso provoca que exista una llamativa (y aplaudida) naturalidad que provoca una serie de «encontronazos» frente a las cámaras. La gallega se disponía a presentar a los colaboradores de la sección Flash, cuando no ha podido evitar mostrar su disconformidad con uno de sus compañeros.
Sin ningún tipo de filtro, Sonsoles Ónega presentaba al periodista Nacho Gay, que acababa de llegar de vacaciones, y no se cortaba a la hora de mostrar su disgusto: «Usted Nacho Gay que viene de las Maldivas, me cae fatal que lo sepa». «Bien morenito que vengo», le contestaba él divertido presumiendo de bronceado. «Pues no, no vienes tan moreno la verdad», soltaba Sonsoles entre risas dándole un corte a su colaborador, y apuntaba: «Te tenías que haber puesto de blanco para que se notara el contraste».
Sonsoles Ónega detiene su programa en pleno directo al verse obligada a parar los pies a uno de sus invitados
La cosa no se quedaba ahí, y Sonsoles le reconocía que le había sentado «fatal» seguir su viaje a través de las redes sociales mientras ella estaba trabajando en Madrid: «Yo decía, ‘pero este tío de verdad…'».
Sonsoles Ónega ha dado por concluida su queja advirtiendo a la directora del programa que de ahora en adelante «no va a coger vacaciones nadie más. Ya está bien. Con lo bien que se está trabajando, ese trabajo redentor», manifestaba en tono jocoso antes de dar paso a la actualidad del mundo del corazón.
Este divertido choque nada tiene que ver con el momento de tensión que se vivió en el plató hace solo unos días. Sonsoles estaba entrevistando a una víctima de un atropello y el joven, muy enfadado, criticaba la tibia reacción de la justicia. «Yo te digo una cosa, a mí se me presenta darle una paliza a alguien, porque se me ha cruzado, y me cuesta 600 euros darle una paliza. ¡Pues claro que se la doy y así estamos como estamos!», manifestaba. Esto provocó que la presentadora cortara en seco su intervención: «¡Cuidado! ¡Cuidado! Te estamos escuchando con toda la atención y, de hecho, compartimos tu indignación, pero el ojo por ojo, no. Porque es que si no acabamos», respondió tajante Ónega.
