Actualmente, un material fundamental en la industria del papel y cartón es la celulosa.
Sin embargo, para la producción de cajas de exportación de alimentos, se debe usar simple pulpa virgen para confeccionarla, ya que la pulpa reciclada no resiste la humedad por su menor calidad.
Uno de los parámetros que se busca mejorar en esta industria es la sostenibilidad, lo que ha impulsado al surgimiento de nano-bio-aditivos, los cuales aportan una alternativa mucho más ecológica. Un ejemplo destacado en el desarrollo de estos productos es South Hemp, empresa que ha diseñado un avanzado biopolímero para múltiples aplicaciones.
Innovación en bio-aditivos para impulsar una industria de papel y cartón sostenible
South Hemp es una de las empresas más avanzadas a nivel global en el desarrollo de nano-bio-aditivos de cáñamo, con el objetivo de avanzar hacia un modelo industrial rentable y a la vez sostenible en términos ambientales. Sus productos se obtienen a partir de fibras naturales extraídas del cáñamo, las cuales se procesan hasta convertirlas en nano y micropartículas, para formar con ellas una bio-aditivos renovable y biodegradable. Su estructura molecular se caracteriza por sus cristales de escala nanométrica, más uniformes que los de la pulpa de madera como el pino. Además, su composición es ignífuga y su extracción tiene una huella hídrica mucho menor.
Por otro lado, este producto también tiene propiedades como biorremediador de suelos y se llega a obtener un 67 % de celulosa por cada kilo de material, mucho mayor al 45 % que se extrae por los métodos tradicionales. Además, sus propiedades mejoran varias características en los productos elaborados con este material, como la resistencia mecánica del papel, su permeabilidad a la grasa y su efecto de barrera hacia el oxígeno.
Cuáles son los beneficios sostenibles en los aditivos de South Hemp
La fórmula de South Hemp en nano-bio-aditivos ofrece múltiples beneficios para la industria del papel y cartón. Una de las más evidentes es su aporte a la sostenibilidad ecológica en este sector, ya que contribuye a generar productos biodegradables, renovables y no contaminantes. Al mismo tiempo, es un insumo altamente escalable, dado que sus costes de producción son sumamente competitivo. Esto permite adaptarse a diferentes niveles de producción sin tener un impacto significativo en dichos gastos. Además, es un material sumamente fuerte, el cual, en su forma cristalina, alcanza hasta 8 veces la resistencia del acero, mientras que sus propiedades permiten elaborar papeles de alta calidad y rendimiento.
Todas estas características son fruto de un continuo y riguroso proceso de 5 años de desarrollo, con una inversión de más de un millón de dólares detrás. Durante este periodo, el proyecto ha recibido el respaldo de diversos laboratorios en Chile y España, cuyos análisis certifican las propiedades y características de esta innovadora fórmula. Todo esto la perfila como una herramienta capaz de cambiar el paradigma en esta industria y redireccionarlo hacia la sostenibilidad y el equilibrio ambiental.