El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha subrayado que la cumbre de líderes que arranca este miércoles en Madrid será «histórica» y «transformadora» para el futuro de la Alianza Atlántica, empezando por los prolegómenos, que ya han dejado un «buen acuerdo» entre Turquía, Suecia y Finlandia para facilitar la entrada en el bloque de estos dos últimos países.
Stoltenberg ha dado las gracias a España y, en particular, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por acoger una cumbre de la que espera «unidad» de los países aliados. Entre las decisiones «históricas» que se anticipan está la ampliación de las fuerzas de respuesta rápida –por encima de los 300.000 efectivos– y la firma de un nuevo marco estratégico que guiará a la OTAN durante los próximos años.
El jefe de la Alianza ha reconocido que el bloque encara la crisis más grave desde la Segunda Guerra Mundial y ha explicado que lo hará con los mayores cambios en políticas de Defensa desde la etapa de la Guerra Fría.
Stoltenberg ha explicado ante los medios que la realidad es ahora una muy distinta a la del año 2010, cuando Rusia era «un aliado estratégico». «No es el caso ahora», ha añadido, reconociendo que es «una amenaza directa para la seguridad» de la Alianza y de sus Estados miembro.
La cumbre implicará también la invitación para que Suecia y Finlandia pasen a integrarse en la OTAN, después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, levantase el martes por la noche el veto que mantenía desde hace más de un mes.
Stoltenberg ha subrayado que es un «buen acuerdo» para todas las
partes, que implicará que los dos países nórdicos trabajen de forma «aún más estrecha» con Turquía para combatir el terrorismo, extraditar sospechosos o intercambiar información.
En cuanto a los plazos de ingreso, ha apuntado que el proceso ya está avanzando con una agilidad «sin precedentes», pero ha asumido que «lleva tiempo» que los 30 Estados miembro de la Alianza concluyan el proceso de ratificación.