Stranded: Alien Dawn Análisis – Crea tu colonia en un planeta extraterrestre

Nacho Pérez

Stranded: Alien Dawn acaba de salir publicado para consolas. Aunque llegó primero a ordenadores, los chicos de Haemimont Games han querido adaptar el título para los jugadores con mando. Según está la situación del planeta, quizás este juego no esté muy alejado de lo que podría suceder en un futuro no muy lejano. Mientras, vamos a disfrutarlo como si de ciencia-ficción se tratara.

Stranded: Alien Dawn llega de la mano del estudio que estuvo a cargo de Trópico y Surviving Mars. No estamos ante un título fácil de dominar. Tendremos que ayudar a nuestra colonia, recién llegada a un planeta alienígena, a sobrevivir. Es una mezcla de simulador con estrategia, pero sobre todo es un título de supervivencia. Tendremos que hacer que los humanos sean autosuficientes y que salgan adelante.

Estamos a cargo de unos cuantos supervivientes que acaban de llegar a un planeta distinto. Allí tendremos que hacerles que tengan comida. También tendremos que controlar su felicidad y su distracción. Habrá que proporcionarles servicios básicos y de ocio. Y por supuesto, protegerles de las amenazas alienígenas de Stranded: Alien Dawn. Los supervivientes de nuestra colonia deberemos también elegirlos nosotros.

Stranded: Alien Dawn te reta a sobrevivir

Cada persona que elijamos en Stranded: Alien Dawn tiene sus propias características. Deberemos crear un grupo equilibrado para que puedan salir adelante. Deberemos recoger recursos, crear estructuras… El propio tutorial, bastante largo, por cierto, nos va a enseñar estas cosas básicas del inicio. Desde un simple techado con camas de paja hasta una mesa de investigación donde se desarrollarán otras estructuras más grandes.

Es cierto que el control del título es algo tosco. En el tutorial nos van a enseñar lo básico: Recolección, construcción, defensas… Pero Stranded: Alien Dawn es muy muy profundo y tendremos que adaptarnos a las situaciones. Es bastante gratificante el ir avanzando, aunque hay que ir poquito a poquito. Eso sí, aunque el control está adaptado de PC, siempre nos permiten pausar la partida.

Esto tan simple de pausar nos dará la oportunidad de que no nos coman los enemigos. Es decir, si tenemos que dar órdenes de defensa, podremos hacerlo con la partida pausada y ya al reiniciar nuestros habitantes harán lo que les ordenamos. Y es que a veces se van a dar muchas cosas a la vez y tenemos que mantener la calma en Stranded: Alien Dawn. Hay constantes cambios.

Los más peligrosos son los ataques enemigos. Pero mientras estamos en calma, los habitantes deberán estar entretenidos y felices para poder llevar la supervivencia. Y en esos momentos de stress, los controles no son todo lo buenos que deberían. Por eso decíamos antes que la pausa del tiempo es lo mejor para decidir sin morir en tiempo real en Stranded: Alien Dawn.

Simulación, estrategia y supervivencia

Stranded: Alien dawn

En el título tendremos tres escenarios desafiantes a los que enfrentarnos. Y de momento hay dos mapas: Sobrius, un lugar parecido a un bosque terrestre y Desertum, un desértico mapa sin apenas vegetación. Y los tipos de desafíos dependerán de la luna que elijamos jugar. También podremos seleccionar la dificultad de la partida y la semilla de generación de mapa.

Gráficamente Stranded: Alien Dawn se cumple sin destacar. Es un título de vista isométrica que nos da el nivel de detalle justo, pero sin destacar. Al final acaba siendo un juego en el que estar más pendiente de lo que pasa que detenerse a ver los paisajes. Como decimos, cumple sin destacar. A nivel sonoro muestra buenas melodías de toque country y buenos efectos de sonido. Y destacar que vienen los textos traducidos a nuestro idioma, algo que se agradece.

Si quieres llevar a una colonia de humanos a la supervivencia en un planeta alienígena, lo puedes hacer con Stranded: Alien Dawn. Este título viene avalado por un estudio que ya cuenta con gran experiencia en este tipo de juegos. Supervivencia, estrategia y simulación se dan la mano en este profundo título. Es cierto que los controles son mejorables, pero la experiencia merece la pena.

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