Stray Análisis – Distopías peludas

Andrea Moncada

Stray es la última aventura que nos presentan los desarrolladores BlueTwelve Studio y Annapurna Interactive, que se lanzó el pasado 19 de julio para PS4, PS5 y PC. Nos pondremos en la piel de un gato callejero que habita con los otros tres miembros de la familia gatuna a la que pertenece. Durante el tutorial se nos van introduciendo los comandos y mecánicas de movimiento del juego hasta que, por un desafortunado accidente, somos el último gato en saltar hasta una tubería oxidada que se desprende y caemos a un lugar desconocido.

Estilo Cyberpunk

Aquí encontramos la primera muestra de la impresionante puesta en escena de Stray, al mostrar las reacciones por un lado de los gatos que han quedado en la superficie, así como la de nuestro protagonista. Además de esto, se nos muestra el primer gesto de lo que tendrá bastante protagonismo y que, podemos observar que Annapurna ha tratado con un cariño especial, los movimientos y el comportamiento del gato, que tras el golpe cojea y se lame la herida que acaba de hacerse.

Iremos avanzando, mientras nos adentramos en la estética Cyberpunk del entorno del juego. En el primer mapa del juego, “La ciudad Muerta”, se nos presentarán los enemigos, los Zurk, y nos guiarán a través de señales luminosas y carteles hacia el que será nuestro compañero inseparable en la aventura de Stray, el robot B12, el cual nos servirá de interprete y nos permitirá comunicarnos.

Será una parte fundamental de nuestra aventura, pues hará las veces de Narrador a partir de recuerdos que irá adquiriendo. Estos recuerdos se dividen en principales y secundarios, según el peso que tienen en la historia. Los principales están divididos en 5 que hacen las veces de capítulos de la trama, por otro lado, tenemos recuerdos secundarios que nos dan profundidad sobre la forma de vida de la civilización y detalles cotidianos.

Juega como un gato, compórtate como un gato

Stray es una aventura en tercera persona que nos presenta una serie de puzles que debemos resolver a base de nuestros comportamientos gatunos, en algunos casos tendremos que arañar o rascar ciertas superficies, maullar para atraer enemigos, hacer girar bidones vacíos para ayudarnos a saltar a otros lugares, y en algunos casos, recurriremos al sigilo y nuestro lugar seguro será saltar dentro de cajas. Conforme se avanza en la historia, se introducen nuevas mecánicas para descartar otras usadas con anterioridad.

Los controles no requieren de una habilidad concreta y el juego está hecho para evitar fallos de ejecución en los saltos y evitar caídas involuntarias Esto le resta dificultad, pues solo debes apuntar con la cámara hacia la dirección buscada y aparecerá el botón de saltar, de otra forma no nos permitirá realizar movimientos que no sean lineales. Algo que hemos notado y que, probablemente haga que algunos jugadores se sientan un poco perdidos es la ausencia de minimapa, pues nos requiere una concentración a la hora de orientarnos en las ciudades, o de encontrar las casas o locales concretos a las que debemos ir para realizar las misiones necesarias para continuar con la historia principal.

Podremos hacer misiones secundarias por las que buscaremos ciertos objetos que almacenará nuestro compañero Dron para entregarlos a otros habitantes de la ciudad, o empujar una lata de un tejado para que salga un robot y así poder entrar a su tienda a buscar un nuevo ítem. El tiempo estimado de la duración del juego es entre 5 y 9 horas, y parte de este lo invertiremos en entretenernos en las diferentes formas de interactuar con los personajes mediante comportamientos gatunos como tumbarnos a su lado, rascarnos contra su pierna o subirnos encima de ellos a dormir.

Stray: Adorabilidad gatuna

Stray

En lo artístico, es un juego que nos atrapa de principio a fin por sus efectos visuales, la ambientación cyberpunk es un deleite para los fans de esta estética, a medio camino entre los neones y la temática decadente y sucia de una ciudad en la que ha desaparecido toda huella de humanidad. La decoración de los escenarios está detallada, con carteles, grietas, latas, botellas y bombillas. Los npcs que pueblan las ciudades tienen todos una estética diferente y los comportamientos son distintos de cada uno. Los cambios de luz y de iluminación que tienen los escenarios están muy conseguidos y se adaptan al ángulo desde donde enfoquemos la escena.

Además de la escenografía, el propio movimiento de nuestro protagonista peludo es realmente fiel y salvo contadas ocasiones en determinados saltos que, si quedan forzados, hace las delicias de los amantes de los felinos. A nivel de sonido, tanto los efectos ambientales, como la banda sonora son completamente absorbentes y recomendamos que se juegue con cascos para disfrutar aun más de la inmersión, efectos como el correr del agua, el viento, los ruidos al empujar botellas o arrastrar latas, todo está fielmente recreado. La música va acorde a cada momento y le añade la emoción necesaria, convirtiendo Stray en una aventura para los sentidos.

No queremos finalizar nuestra reseña sin apuntar dos datos curiosos. El primero de ellos es que no podemos evitar ver similitudes entre el comportamiento de B12 y el de la conocida hada Navi de Zelda. Y el segundo, es una curiosidad que nos proporciona internet, al haber sido descifrado el lenguaje encriptado en el que están escritos los carteles y señales del juego. Se trata de un lenguaje inventado en el que cada símbolo representa una letra del alfabeto, lo que nos permite, con el código de traducción en la mano, leer los carteles del juego. Tras unas seis horas de juego, lo que nos ha llevado finalizar esta aventura, podemos asegurar que se trata de una de las aventuras lineales más bonitas y disfrutables que han pasado por nuestras manos, y recomendamos a todos los amantes de los indies, que no se queden sin probar la conmovedora historia de Stray.

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