El Real Madrid se ganó este miércoles el billete para jugar la final de la Supercopa de España tras imponerse al FC Barcelona (2-3) en la puesta de largo del torneo, que se disputa en Riad (Arabia Saudí), gracias a un gol de Fede Valverde en la prórroga después de la buena reacción culé a los golpes de su eterno rival.
El equipo de Carlo Ancelotti ejecutó su favoritismo en el Estadio Internacional del Rey Fahd, aunque no con el guión que hubiera deseado, sobre todo tras el buen comienzo de partido. Esa condición de superioridad -17 puntos les separan en Liga-, tardó en inclinar la balanza de un Clásico más igualado de lo que decían los pronósticos.
El Barça, por su parte, salió reforzado pese a la derrota. Los más optimistas no hubieran vaticinado un final tan igualado, ni tan siquiera las múltiples opciones en la prórroga. Todo pudo haber pasado, pero por quinta vez consecutiva, el ‘Clásico’ se pintó de blanco. Un Clásico histórico al ser el primero oficial que se disputó fuera de España.
Vinicius y Asensio -la apuesta de Ancelotti para completar el tridente- fueron los primeros en avisar al Barça con dos buenas jugadas, una de ellas con un disparo lejano que despertó a Ter Stegen. Además, los blancos crecieron con ayudas defensivas y un centro del campo soberbio, el mismo de siempre: Casemiro, Kroos y Modric.
El Barça se sacudió los cañonazos como pudo, lejos del ‘librillo’ que tanto le gusta a su entrenador, pero con balones colgados y centros al área que acabaron dando resultados. El Madrid siguió a lo suyo hasta que encontró el premio merecido. Benzema robó el balón a Busquets por la espalda y éste sirvió a Vinicius para que marcase con un zurdazo tras ganar la carrera a Araujo.
Los blaugrana se animaron con dos remates de Luuk de Jong, ambos muy mansos, pero hicieron ver que el Barça no iba a entregarse así porque sí. El Madrid se tapó y dejó pasar los minutos con tal de buscar el descanso para refrescar las ideas y asestar el golpe definitivo. Pero no fue así, el 1-1 subió al marcador tras una internada de Dembélé por la banda izquierda, que no encontró dificultades con Carvajal.
Militao despejó el centro, pero De Jong puso el pie y su remate acabó besando las redes tras rebotar en la madera. Un gol con fortuna que hizo creer a los de Xavi. Ahí fue cuando cambió todo y la segunda parte pareció otro partido. Los cambios de Pedri y Ansu Fati, que regresaban tras varios meses lesionados, hicieron más reconocible a este Barça con el modelo que defiende su entrenador.
El 13 veces campeón de Europa, que nunca llegó a oler la sangre, dejó con vida a su rival en la primera media hora y pudo haberse visto por debajo si Dembélé o Pedri hubiesen tenido más acierto. Tampoco lo tuvo Benzema a los 70 minutos con un revés que acabó en la base del poste, pero sí dos minutos después tras un atrevimiento de Dani Alves.
El veterano fichaje culé abrió la puerta a que Carvajal sacase un centro que no pudo atajar Ter Stegen. En el rechace, Benzema sacó la caña y devolvió la ventaja al Real Madrid. Otro jarro de agua fría al mejor momento del Barça, que tuvo que reaccionar en esos 15 minutos finales para alargar el partido y llevarlo a la prórroga.
Xavi se la jugó y le salió bien. La presencia de Nico y Memphis dieron más fuerza a los suyos y el gol del empate acabó siendo una realidad tras un cabezazo de Ansu Fati. Tres minutos después fue Dembélé quien tuvo la oportunidad del tercero en un mano a mano donde se creció Courtois. Ahí comenzó a morir las opciones de victoria culé.
VALVERDE RESUELVE A LA CONTRA.
En la prórroga, Benzema volvió a reclamar todas las miradas con varias acciones de mérito que hicieron enloquecer a la zaga barcelonista. Una de ellas supuso una recuperación que propició el definitivo 2-3 -a los 98 minutos-. Casemiro lideró la contra, Rodrygo le puso el lazo y Fede Valverde -tras un movimiento magnífico de Vini- batió a Ter Stegen por bajo pegado al palo.
Benzema pudo haber logrado el cuarto pero prefirió regalárselo a Rodrygo, que desaprovechó una nueva contra ya con el tiempo cumplido. Y en el bando culé, Ez Abde la tuvo con un tiro cruzado que se fue rozando la madera. Sin embargo, ya nada impidió el triunfo merengue y el billete a la final para el actual líder de la Liga. Su rival por el título saldrá del Atlético-Athetic de este jueves.