Tales of Kenzera: Zau análisis – Un viaje a través del proceso del duelo

Andrea Moncada

Tales of Kenzera: Zau es el último lanzamiento de Surgent Studios y publicado por Electronic Arts, bajo su sello EA Originals. El juego se ha publicado para Nintendo Switch, PlayStation 5, Windows y Xbox Series X/S el 23 de abril de 2024. Un metroidvania con influencias tribales, aparentemente africanas, que no puedo evitar que me recuerde a Black Panther.

LA PÉRDIDA DE UN PADRE MARCA UN ANTES Y UN DESPUÉS

Zuberi es un niño que acaba de perder a su padre. En su lecho de muerte, el padre escribió un una historia y la dejó para Zuberi, y nuestra aventura comienza así, a través la historia del personaje inventado, Zau. Recién ascendido a chamán de Kenzera, tras la reciente muerte de su padre. Zau, desesperado por la pérdida, acude a la llamada de Kalunga, el dios de la muerte. Durante su primera conversación, Zau solicita hacer un pacto con el Dios. Si consigue derrotar a tres grandes espíritus, podrá devolverle la vida a su padre. Kalunga, acompaña al protagonista durante todo su viaje, aportándole sabiduría y consejo, adquiere una actitud paternal y de guía durante toda la aventura.

La dinámica principal del combate en Tales of Kenzera: Zau, es de lo más interesante. Nuestro protagonista va equipado con las máscaras de Sol y Luna de su padre, y puede cambiar entre cada una a voluntad. Con estos cambios, modifica sus habilidades y estilo de ataque disponibles.  La máscara lunar permite disparar rayos de hielo a los enemigos desde la distancia, manteniéndolos a raya y controlando la arena, mientras que la máscara solar equipa a Zau con un juego de lanzas y desbloquea sus ataques cuerpo a cuerpo más rápidos. Ya que podemos cambiar entre los dos estilos de combate con mucha fluidez, se siente ágil y rápido. Además, esta versatilidad nos permite adaptarnos a lo que nos pida el escenario y el número de enemigos en cada momento.

COMBATE ÁGIL Y MÚLTIPLES ENEMIGOS

Como añadido al combate, Tales of Kenzera: Zau está lleno de circuitos de plataformas que se convierten en un reto. Para muchos de ellos tendrás que utilizar las habilidades adquiridas hasta ese punto de la historia. Como es habitual de los metroidvania, encontrarás caminos por los que no puedes avanzar, y a los que deberás volver más adelante. Como extra, también viviremos algunas persecuciones que requieren que seas ágil con el plataformeo y te apoyes en los pocos puntos de control disponibles. Aparte de poner a prueba nuestras habilidades en el desplazamiento por plataformas, también lo hará de nuestras habilidades de combate durante las secuencias de jefes.

Respecto a los enemigos, la mayoría son espíritus de antiguos guerreros que no han avanzado hacia el más allá. Estos, no están muy contentos con la presencia de Zau acompañado por Kalunga, deambulando por el mundo. Hay espíritus de ataque a distancia, cuerpo a cuerpo, tanques, mini jefes, enemigos que explotan al morir, y otros que absorben salud. Además de los guerreros, tenemos una fauna y flora de lo más agresiva. Hay serpientes flotantes que escupen ácido y pequeños lagartos voladores que te bombardean con pinchos. A veces, los enemigos cuentan con un escudo contra las máscaras de la Luna o el Sol, por lo que tendremos que atacar con el elemento contrario.

TALES OF KENZERA Y SU DETALLADA AMBIENTACIÓN

TALES OF KENZERA

El mapa de Tales of Kenzera: Zau es enorme y cuenta con puntos de viaje rápido, aunque son escasos.  Durante nuestro recorrido por Kenzera, atravesaremos minas profundas, llanuras áridas y selvas exuberantes, cada una de las cuales alberga los restos de una aldea. Todos estos decorados son preciosos y tienen enorme cantidad de detalles y profundidad. Aunque se trate de un juego con desplazamiento lateral en 2D, es un mundo que se siente vivo y la ambientación te atrapa.

En definitiva, Tales of Kenzera: Zau es un metroidvania con una temática muy emotiva como hilo conductor, que aporta profundidad. Los colores vivos, la ambientación tribal y mitológica, y la relación de Zau y Kalunga hacen que no sea el típico metroidvania. Aporta mucha más profundidad a la historia de lo habitual en el género. Y aunque solo dura unas 6 horas, promete ser un entretenimiento perfecto de fin de semana.

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