Como no podía ser de otra manera siendo este viernes San Valentín, ‘día de los enamorados’ por excelencia, la tertulia de ‘El Hormiguero’ -protagonizada los jueves por Tamara Falcó, Nuria Roca, Juan del Val y Cristina Pardo- ha girado en torno a la celebración del 14 de febrero, jornada en la que las parejas aprovechan para declararse su amor con flores, bombones y otro tipo de detalles especiales.
Aunque muchos aseguran que no lo celebran por considerar que es una jornada ‘comercial’ inventada por los centros comerciales y marcada por el consumismo, la marquesa de Griñón e Íñigo Onieva no están en ese grupo de ‘escépticos’ con el ‘día de los enamorados’.
Y así lo ha dejado claro Tamara revelando, con la naturalidad que la caracteriza en todas sus apariciones en el programa presentado por Pablo Motos, el gesto que horas antes había tenido su marido. Ha sido al despertarse este jueves -13 de febrero, ‘san solterín’ por cierto- cuando Íñigo le ha deseado un «feliz San Valentín». Como ha relatado divertida, ella le ha dicho «pero si aún no es viernes»; y el empresario, puro romanticismo, le ha confesado que «contigo es San Valentín todos los días».
«A mí me gusta San Valentín desde el colegio. En el colegio nos colegio nos mandábamos caramelos, y dependiendo de cuánto querías a la persona el paquete sería de una forma u otra. Cuando llegué a octavo, me enteré de todo lo que estaba pasando en el colegio» ha recordado entre risas la hija de Isabel Preysler, que presumiendo una vez más de su religiosidad ha terminado su intervención asegurando que San Valentín existió y ha narrado su historia.
«Casaba a personas que se querían. Y al enterarse le dijeron, ‘te vamos a matar si no paras’. Y él lo siguió haciendo. Y lo mataron» ha relatado, desvelando que las reliquias del santo se encuentran en Madrid, en la Iglesia del padre Ángel, la de San Antón.