Tamara Falcó desvela la faceta de abuela de Isabel Preysler en ‘El Hormiguero’

Redacción

Tamara Falcó está viviendo uno de los mejores momentos personales. Desde que se dio el ‘Sí, quiero’ con Íñigo Onieva el pasado mes de julio, su posterior luna de miel y ahora, la vuelta a la rutina, no cabe duda de que la Marquesa de Griñón tiene por fin la vida que siempre había soñado. Eso sí, le falta convertirse en madre, uno de sus sueños pendientes y para el que ya ha empezado junto a su pareja un tratamiento de fertilidad.

Esta noche, la colaboradora se ha sentado en el plató de ‘El Hormiguero’ y justo cuando Pablo Motos le iba a preguntar qué tal la semana, ella bebía agua de su mítica taza… un gesto que suele hacer cuando no quiere responder a alguna de las cuestiones del presentador… lo que ha hecho que este le dijese «¿Ya estás bebiendo agua?».

Con la naturalidad y espontaneidad que le caracteriza, la Marquesa de Griñón le ha respondido con sentido del humor: «Aprovecho para beber los vasos de agua que me faltan al cabo del día en ‘El Hormiguero'», lo que ha provocado las risas de sus compañeros.

Sin más dilaciones, Pablo le preguntaba por la faceta de abuela de la Preysler, ya que anteriormente le han chivado que se vuelve loca de amor con sus nietos. Tamara entraba de lleno en el tema asegurando que está irreconocible, tanto es así que «el otro día llega, no nos había visto a Íñigo ni a mí y abre la puerta, pregunta por mis sobrinos y sale sin saludarnos».

Tan permisiva está Preysler que Tamara ha contado que les permite hacer cosas impensables: «El otro día está sentado Miguel pintando con un rotulador permanente en uno de sus sillones favoritos y le digo ‘Mami, te está pintando en uno de los sillones’ y dice ‘ya, pero le está haciendo un regalo a su hermano'».

Tras contar estas anécdotas, Juan del Val ha querido zanjar el tema con una broma después de que Isabel le dijese en la boda que le gusta verle en las tertulias: «Te voy a decir una cosa Tamara, no consiento que te metas con tu madre»… provocando una carcajada en el rostro de la mujer de Onieva.

Las + leídas