Un suculento cuento cruel sobre amor, odio y venganza, protagonizado por una hija que jamás contó con el cariño de su padre.
La trama
Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia Claude es él y Dominique ella. Él despliega un gran empeño en casarse con ella, y después pone todavía más tesón en dejarla embarazada, sometiéndola a una extenuante disciplina sexual. Al fin logra su objetivo y como resultado nace la hija de ambos, a la que le ponen el nombre de Épicène, tomado del título de una obra teatral de Ben Jonson –contemporáneo de Shakespeare– y que es también un nombre epiceno.
Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento del bebé la obsesión procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija, una niña inteligente que crece envuelta en el absoluto desinterés de su progenitor hacia ella. Entre tanto, Claude y Dominique se han instalado en París, y él, arrastrado por una ambición social que también forma parte de sus empeños obsesivos, convence a su mujer de entablar amistad con una pareja de la alta burguesía financiera formada por Reine y Jean-Louis, cuyas hijas van al colegio con Épicène. Una pareja con la que Claude tiene un secreto vínculo –en forma de agravio– que viene de años atrás…
Y así, esta novela narra la historia de un doble rechazo y una doble venganza –una triunfante, la otra destinada al fracaso–, con unos personajes a los que no mueve el amor sino el odio. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporáneo, una fábula cruel, narrada con concisión, precisión y contundencia. Y sobre todo con un derroche de esa suculenta malevolencia con la que una vez más nos deleita en este relato ejemplar.
La autora
Amélie Nothomb nació en Kobe (Japón) en 1967. Proviene de una antigua familia de Bruselas, aunque pasó su infancia y adolescencia en Extremo Oriente, principalmente en China y Japón, donde su padre fue embajador; en la actualidad reside en París. Desde su primera novela, Higiene del asesino, se ha convertido en una de las autoras en lengua francesa más populares y con mayor proyección internacional. Anagrama ha publicado El sabotaje amoroso (Premios de la Vocation, Alain-Fournier y Chardonne), Estupor y temblores (Gran Premio de la Academia Francesa y Premio Internet, otorgado por los lectores internautas), Metafísica de los tubos (Premio Arcebispo Juan de San Clemente), Cosmética del enemigo,Diccionario de nombres propios, Antichrista, Biografía del hambre, Ácido sulfúrico, Diario de Golondrina, Ni de Eva ni de Adán (Premio de Flore), Ordeno y mando, Viaje de invierno, Una forma de vida, Matar al padre, Barba Azul, La nostalgia feliz, Pétronille, El crimen del conde Neville, Riquete el del Copete y Golpéate el corazón, hitos de «una frenética trayectoria prolífera de historias marcadas por la excentricidad, los sagaces y brillantes diálogos de guionista del Hollywood de los cuarenta y cincuenta, y un exquisito combinado de misterio, fantasía y absurdo siempre con una guinda de talento en su interior» (Javier Aparicio Maydeu, El País). En 2006 se le otorgó el Premio Cultural Leteo por el conjunto de su obra, y en 2008 el Gran Premio Jean Giono, asimismo por el conjunto de su obra.