Con su discreta visita a España todavía coleando, y con la incógnita de si regresará próximamente como es su intención, el Rey Juan Carlos vuelve a ser noticia. Tan solo dos días después de abandonar nuestro país -tras permanecer 5 días en Sanxenxo y 36 horas en Vitoria- para regresar a Emiratos Árabes, la polémica vuelve a sacudir al Emérito.
Y es que ‘El Confidencial’ publica un adelanto de ‘King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I’ libro escrito por José María Olmo y David Fernández que saldrá a la venta el 8 de mayo y en el que se desvela -además de negocios, activos y amistades- que el monarca tendría una hija secreta.
Según esta obra, el Rey Juan Carlos tuvo una cuarta hija, llamada Alejandra, fruto de una relación extramatrimonial con una conocida aristócrata -muy popular en las páginas de la prensa rosa y musa de un famoso diseñador de alta costura- que llegó al mundo a finales de la década de los 70, principios de los 80, después de que naciesen la Infanta Elena (1963), la Infanta Cristina (1965) y el Rey Felipe VI (1968).
Presuntamente, Alejandra, casada y con un hijo, creció ignorando quién era realmente su padre y cuando por fin lo averiguó optó por seguir su vida como si la noticia nunca hubiera llegado a sus oídos, evitando reclamar ningún tipo de derecho sucesorio. Según ‘El Confidencial’ se trataría del mayor secreto de Casa Real y todos los miembros de la Familia Real conocerían la existencia de esta joven.
Una paternidad secreta que el Emérito habría compartido con sus íntimos, mostrándose orgulloso de Alejandra y ayudándola económicamente -ya que cuando fue informada de que su padre era Don Juan Carlos se produjo un discreto acercamiento con él- aunque nunca ha tenido el mismo trato con ella que con los hijos que tiene con la Reina Sofía.
Una hija secreta cuya identidad completa no desvelan en el libro, aunque los datos son suficientemente reveladores para sumar 2 más 2: Alejandra nació en una familia de aristócratas bien conectada con el poder y nunca sufrió estrecheces económicas. Al nacer, su supuesto padre tenía más de 70 años pero nadie expresó ninguna sospecha porque la relación extramatrimonial de su madre con el Emérito fue especialmente omitida. Fue en la adolescencia cuando la joven se habría enterado de que su verdadero progenitor era Don Juan Carlos, y a partir de ahí se produjo un acercamiento entre ambos.
Alejandra, que nunca ha hablado de su secreto, siempre ha destacado por su discreción; alta, delgada y muy guapa, ha trabajado como modelo y ha sido imagen de numerosas marca de ropa y joyas. Demasiadas pistas que podrían provocar un tsunami sin precedentes y que han hecho que los cimientos de Zarzuela tiemblen.