Tom Hardy ha vuelto a demostrar por qué es una de las personalidades más peculiares de toda la industria del cine. Además de su ya conocida faceta filantrópica, el protagonista de Mad Max: Furia en la Carretera o Taboo es un gran aficionado a los deportes de lucha y contacto físico. Una pasión que ha vuelto a mostrar de una forma bastante inusual en alguien de su estatus participando por sorpresa en un torneo de artes marciales en Milton Keynes, una pequeña ciudad de Inglaterra.
Tal y como recoge The Guardian, Hardy acudió el pasado sábado 17 de septiembre al gimnasio de la Oakgrove School, donde se celebraba el Campeonato Abierto de jiu-jitsu brasileño 2022. Inscrito bajo su nombre real, Edward Hardy, el actor subió al ring para combatir y medir su destreza en dicho deporte frente a otros oponentes.
Ante la atónita mirada de jueces y participantes, Hardy consiguió derrotar a todos y cada uno de sus adversarios, manteniéndose invicto hasta el final del torneo y proclamándose campeón. La gesta del intérprete concluyó con los fans que se encontraban en el lugar pidiéndole fotos y autógrafos, ante lo que respondió con su mejor cara. Según uno de los organizadores de la gala, Hardy «fue un tipo muy simpático».
«Fue un placer tenerlo compitiendo en nuestro evento», asegura la misma fuente. Y es que, en realidad, esta es ya la segunda vez que Hardy participa en un evento similar en el último mes. El pasado agosto, también se inscribió en el Campeonato Abierto de Jiu-Jitsu REORG en la ciudad de Wolverhampton, un torneo en el que ganó otras dos medallas de oro.
Uno de los contrincantes de Hardy en aquella ocasión comentó en el periódico local The Teeside Gazzete lo siguiente: «Es realmente fuerte, y no lo pensarías de alguien así de famoso. Yo lo hago bien, he participado en unos seis torneos y he estado en el podio en todos. Pero es probablemente el competidor más duro que he tenido; ciertamente estuvo a la altura de su personaje de Bane».
La realidad es que el actor siempre ha sido muy aficionado al jiu-jitsu, boxeo, muay thai, capoeira y otras formas de combate y coreografía. Cuenta con un entrenador personal y dedica muchas horas a la práctica de estos deportes. Al margen de los beneficios para la salud y de la satisfacción personal que le proporciona, su capacidad física le ha valido para conseguir papeles como el de la película Warrior, filme de Gavin O’Connor estrenado en 2011 donde dio vida a un luchador de artes marciales mixtas.