El expresidente de la Generalitat de Cataluña Quim Torra explica en primera persona las gestiones que estaba llevando a cabo su mujer, Carola Miró, con el comisionista Roger Parellada, «conseguidor» del contrato de 35 millones de euros para la compra de mascarillas en 2020 con la empresa Basic Devices.
Lo hace en un libro de memorias, ‘Les hores greus’, donde detalla día a día cómo los empresarios llamaban a su mujer para que desbloquease una cuenta del Banco Sabadell donde le habían congelado 35 millones de euros.
Torra también desvela en el libro cómo hizo gestiones con altos cargos como Josep María Argimón, entonces director gerente del ICS, o el que era en ese momento conseller de Economía, Pere Aragonès. Al final, los fondos se desbloquearon.
“Recibo un mensaje de Carola. Hay un grupo de empresarios catalanes que están haciendo una gestión ‘delicada’ para fletar un avión desde Shanghai con material sanitario. La llamo. Me explica que se han puesto en contacto con ella para no comprometerme. Quieren a su país y están ayudando de esta manera. Informo al Dr. Argimon y le avanzo que le doy mi visto bueno y que firmaré lo que sea. La operación es de muchos millones de euros”, explica Torra en la página 52 de su libro. Es una de las muchas referencias que hay en a la operación, detalladas día a día.
Se trata de las últimas revelaciones que ha sacado a la luz ‘El Confidencial’. Entre estas novedades se encuentra el margen millonario obtenido por Roger Parellada y sus asociados –unos 24 millones–, las dudas sobre que se haya pagado el IVA que sí abonó la Generalitat en la factura, el contacto estrecho que mantenía Parellada con la mujer del entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra; y las gestiones que hizo Quim Torra con el entonces director gerente del ICS, Josep Maria Argimon, y con el conseller de Economía de la época, Pere Aragonés, para que se desbloquease la cuenta de la empresa Basic Devices SL donde a Roger Parellada se le habían depositado 35 millones de euros para pagar por adelantado.
La Oficina Antifraude de Cataluña, que dirige Miguel Ángel Gimeno, ya ha matizado que la investigación no se había archivado, como erróneamente se había interpretado en muchos niveles de la administración y de la opinión pública, sino que “sólo se había cerrado a través de un informe razonado”, por lo que la investigación ahora había entrado en “fase de seguimiento”.
En ese informe, Antifraude ya alertaba del “riesgo tributario” de que Roger Parellada hubiera encontrado una ventana de oportunidad para no pagar el IVA.
Tras el aluvión de nuevos datos, incluyendo comunicaciones de WhatsApp y de audio del propio Roger Parellada presionando a altos cargos de la Generalitat, también ha trascendido que las propias sociedades del empresarios habían ejercido como avalista de la compra, algo del todo irregular, según informó ‘El País’.
En febrero, Antifraude ya había calificado de “temeraria” la oferta, que además “carecía de cobertura legal”, para hacerse por el trámite de urgencia el día 19 de marzo de 2020.
La Oficina Antifraude, un organismo independiente que responde ante el Parlament, debería clarificar si en la operación de 35 millones de euros para comprar mascarillas hay indicios razonables de delitos como blanqueo, fraude fiscal, tráfico de influencias, organización para delinquir o el de manipulación para alterar el precio de las cosas, entre otros. En caso de que fuera así, su obligación es trasladar el informe resultante a la Fiscalía para que actúe en consecuencia.